Rusia se ha anticipado este lunes a las críticas que prevé recibir tras las elecciones al Parlamento Europeo que se celebraron entre el jueves y el domingo de la semana pasada en los 28 estados miembro, negando cualquier injerencia.

"A pesar del comienzo de las acusaciones, no interferimos", ha dicho el responsable del Ministerio de Exteriores ruso para la Cooperación Europea, Andrei Kelin. "No son asunto nuestro", ha remachado.

Kelin ha avanzado que "posiblemente haya acusaciones, intentos de encontrar alguna evidencia", si bien ha subrayado que "sería totalmente erróneo". Además, ha asegurado que el Gobierno del presidente Vladimir Putin trabajará con la nueva Eurocámara, según informa la agencia de noticias rusa Sputnik.

Rusia está en el punto de mira de los gobiernos occidentales por su supuesta injerencia en los procesos electorales de otros países para favorecer sus intereses.

En Estados Unidos, por ejemplo, el fiscal especial Robert Mueller ha llevado a cabo una investigación de más de dos años sobre los presuntos vínculos con Rusia del equipo de campaña de Donald Trump durante las elecciones presidenciales de 2016, que le catapultaron a la Casa Blanca.

En Europa, las elecciones a la Eurocámara han estado precedidas por el escándalo desatado en Austria por un vídeo grabado en 2017 en Ibiza que muestra al vicecanciller, Heinz-Christina Strache, reunido con un oligarca ruso al que habría ofrecido contratos públicos a cambio de apoyo electoral.

Strache tuvo que dimitir provocando la ruptura de la coalición de Gobierno entre su partido, el ultraderechista FPO, y el del canciller, Sebastian Kurz, que este lunes ha sido cesado con una moción de censura. Se espera que las elecciones anticipadas se celebran en septiembre.