Las autoridades sanitarias de República Checa han confirmado menos de mil casos de coronavirus en 24 horas, un umbral del que no caía desde el mes de septiembre y que coincide con el levantamiento de algunas restricciones tras el final del estado de emergencia.

República Checa, uno de los países de la UE más castigados por la pandemia, acumula más de 1,5 millones de casos de COVID-19. A este recuento se han sumado 976 positivos más, si bien el dato suele ser más bajo los lunes debido a los retrasos en el diagnóstico que se arrastran el fin de semana.

No obstante, también ha mejorado el dato de hospitalizaciones, que ronda ya los 5.000 --el menor dato desde finales de diciembre--, mientras que la cifra de fallecidos por COVID-19 asciende a 27.819, según la agencia de noticias oficial CTK.

En la medianoche del domingo al lunes expiró el estado de emergencia, lo que implica el fin del toque de queda y la relajación de las restricciones de movilidad, así como la reapertura parcial de los colegios, que ha comenzado por los niveles educativos más bajos. Restaurantes y establecimientos no esenciales permanecerán cerrados por el momento.

El estado de emergencia estaba en vigor desde el 5 de octubre y se ha prorrogado en varias ocasiones. El Parlamento había rechazado nuevas prórrogas, a pesar de que el Gobierno teme que levantar la mano en cuestiones clave con la movilidad pueda derivar en un nuevo repunte de los contagios.