El ex primer ministro francés Manuel Valls ha despejado este martes la incógnita y ha anunciado su intención de optar a la alcaldía de Barcelona en las elecciones municipales de 2019: "Quiero ser el próximo alcalde de Barcelona".

Así lo ha afirmado Valls al inicio de un acto en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), en el que ha dado detalles de su proyecto para la ciudad de cara a las elecciones municipales del año que viene.

Manuel Valls respira política, vive en el foco, se nutre de atención mediática. En Francia se había convertido en un diputado apátrida, dentro de la mayoría macronista pero lejos de los fogones del poder. Ahora, Barcelona le brinda una oportunidad de enderezar su suerte.

Valls ha sido casi todo lo que puede ser un político en la República francesa. Ese casi, empero, es grande: cuando parecía programado para alcanzar algún día el Palacio del Elíseo, su carrera se desvió de lo que se antojaba un objetivo claro hace poco.

Nacido en el barrio barcelonés de Horta en 1962, hasta los 20 años no obtuvo la nacionalidad francesa.

Una de sus frases favoritas -que le encanta repetir cada vez que puede- es que él "aprendió a ser francés". Esas palabras condensan sus principios más enraizados: voluntarismo, pragmatismo, republicanismo.

El ex primer ministro francés Manuel Valls ha planteado la creación de una plataforma ciudadana transversal para configurar una candidatura de "progreso, inclusiva y fuerte" de cara a las municipales de mayo de 2019 así como un proyecto "ambicioso".

Valls ha anunciado hoy en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) que quiere ser el "próximo alcalde de Barcelona", para que la capital catalana "vuelva a ser una ciudad de referencia".