La última confesión del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha vuelto a poner sobre el tapete político las múltiples hipótesis que justificarían un adelanto electoral en Andalucía y Castilla y León. Una realidad que –por otra parte– nunca ha dejado de planear sobre estas comunidades autónomas.

En una entrevista concedida a un medio de comunicación, Ábalos confesó que “existía un plan urdido desde Moncloa, en conjunción con Ciudadanos”, para acabar con el liderazgo de Isabel Díaz Ayuso al frente de la Comunidad de Madrid. El resultado de la conspiración no pudo ser más adverso para PSOE y C's: una victoria incontestable de Ayuso en las elecciones del 4 de mayo y la extinción de Ciudadanos como grupo en la Asamblea de Madrid.

En tiempos de mociones, la única que ha llegado a debatirse y a votar fue la impuesta contra el Gobierno del popular López Miras en la Región de Murcia, donde el matrimonio PSOE y Ciudadanos protagonizó un auténtico batacazo.Allí, además, el secretario general de los socialistas murcianos, Diego Conesa, se ha visto obligado a renunciar a la reelección como secretario general del partido.

La opción del adelanto electoral también lleva tiempo resonando por los despachos de la política valenciana, donde la vista sigue puesta en la inminente negociación de los presupuestos del Gobierno de la Generalidad. Una imperante necesidad de pacto entre el PSOE de Ximo Puig y sus socios de Compromís y Unidas Podemos que podría consolidar el Ejecutivo actual o, por el contrario, un probable adelanto en la fecha de los comicios.

Pero, ¿existe un riesgo real para que se lleguen a ejecutar estos adelantos electorales? Según el politólogo Javier Lorenzo, colegiado en el Colegio Profesional de Ciencia Política, Sociología, Relaciones Internacionales y Administración Pública de la Comunidad de Madrid (COLPOLSOC) y profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid, “Andalucía es la comunidad autónoma que tiene una mayor tensión junto con Castilla y León”, y añade que Valencia tendría “otra estrategia” respecto a una posible convocatoria electoral.

“El PSOE, a nivel estatal, no tiene ningún interés en promover ahora mismo elecciones”, ya que según el experto “dejarán pasar el tiempo post pandemia” y esperarán –además– a la llegada de los fondos europeos con la intención de “dar signos de recuperación”. Respecto a las comunidades donde no gobiernan, como Andalucía o Castilla y León, Lorenzo apunta a que el partido del Ejecutivo central “no tensará la cuerda” para esa posibilidad de elecciones por los mismos motivos: “intentar buscar un mayor empuje por los brotes verdes que se puedan dar respecto a un crecimiento económico y social”.

Por el contrario, el que parece que ya está en campaña es el presidente de los populares valencianos, Carlos Mazón, que ha desplegado una campaña de cartelería por toda la Comunidad Valenciana con una consigna que no da opción a la interpretación: “El presidente de todos”.

La reciente elección de Mazón por unanimidad de los populares valencianos para recuperar el poder autonómico que perdieron los de Génova en el año 2015 tras veinte años de hegemonía, puede ser un arma de doble filo respecto a su notoriedad y reconocimiento por parte del electorado. Javier Lorenzo, en este sentido, cree que “tiene toda la lógica” que el PP fuerce 'la máquina' para que su candidato aproveche “esta circunstancia que siempre da réditos de reconocimiento”.