Ocho rastreadores del Ejército de Tierra, -y cuatro reservas para cubrir las necesidades permanentes del Centro de Rastreo-COVID-19- trabajan desde este miércoles en Melilla. Lo están haciendo desde la Comandancia General de la ciudad, convirtiéndose en los primeros que han empezado a realizar esta labor para las Comunidades y Ciudades Autónomas españolas.

Son 10 comunidades (más la ciudad autónoma de Melilla) las que han pedido hasta ahora rastreadores de las Fuerzas Armadas. También Ceuta ha anunciado que hará una solicitud. Las últimas en tramitar la petición han sido Andalucía, Baleares y Castilla y León, que han celebrado este miércoles encuentros de coordinación con Defensa y el Ministerio de Sanidad.

También ha tenido lugar una reunión en el cuartel general de la UME para asignar los cupos de rastreadores de los Ejércitos de Tierra, Aire, Armada y Unidad Militar de Emergencias. En total, el Ministerio de Defensa pone a disposición de las comunidades 2.000 rastreadores para luchar contra el COVID-19.

Cada vez son más las comunidades que están solicitando rastreadores militares a raíz de la pandemia. Hoy mismo, Asturias ha solicitado 80 y Castilla-La Mancha entre 400 y 600. En Baleares, por ejemplo, serán 100 los efectivos de la UME para rastrear contactos.