Más de 50 migrantes habrían desaparecido después del hundimiento de la embarcación en la que intentaban cruzar el lago de Van, situado en el sureste de Turquía y punto habitual de paso para los refugiados que intentan llegar desde Oriente Próximo a Europa.

Los servicios de emergencia han recuperado seis cadáveres tras al naufragio, pero el ministro del Interior, Suleyman Soylu, ha admitido que a bordo podían viajar "entre 55 y 60 migrantes ilegales". Las operaciones de búsqueda continúan en busca de posibles víctimas, según el periódico 'Hurriyet.

El ministro ha confirmado el arresto de once personas por su presunta relación con este incidente, que vuelve a evidenciar los peligros de la ruta migratoria. El lago está situado cerca de la frontera con Irán y sirve de punto de paso especialmente para quienes huyen de Afganistán.

El lago de Van ya fue escenario de otro naufragio en diciembre que se saldó con al menos siete fallecidos. Entonces, los migrantes fueron identificados como personas procedentes de Pakistán, Bangladesh y Afganistán.