Leonor de Borbón Ortiz nacía el 31 de octubre de 2005. Era lunes y si la Princesa de Asturias echara una ojeada a la prensa de aquel día podría leer que su madre, la Reina Letizia -entonces princesa-, ingresó en la clínica a la 1.46 de la madrugada, dando a luz cinco horas después a una niña que pesó 3,5 kilos y que medía 47 centímetros. Se convertía, desde el momento de su alumbramiento, en la segunda en el orden de sucesión al trono de España por detrás de su padre, el entonces, Príncipe Felipe.

Quince años después, Leonor es la Princesa de Asturias, heredera a la Corona. Mucho han cambiado las cosas en nuestro país -y en el resto del mundo-, desde aquel último día de octubre de 2005 en el que se hablaba del nacimiento del nuevo miembro de la familia real, pero también se debatía en las tertulias de radio o de televisión sobre las propuestas del presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero para modificar el Estatuto de Cataluña. Se criticaba la decisión del alcalde de Madrid Ruiz Gallardón de poner 26 cámaras en la Plaza Mayor para vigilar y prevenir delitos y había miles de personas enganchadas desde cualquier parte de la Tierra a un vida virtual que proporcionaba un juego en internet que se llamaba Second Life y en el que todo era más fácil.

[GALERÍA DE FOTOS DE LA PRINCESA DE ASTURIAS Y EL REY FELIPE VI]

O distinto. Quince años después, la vida nos ha cambiado a todos, también, a la Princesa Leonor cuya experiencia vital no tiene, pese a los posibles parecidos y privilegios, nada que ver con lo vivido por su padre desde su nacimiento a finales de enero de 1968 hasta que cumplió sus 15 años en 1983.

Sabemos que las comparaciones personales son poco aconsejables y no le gustan a nadie. Pero en el caso del Rey Felipe VI y de la Princesa Leonor, más que comparar, es poner en paralelo dos vivencias, las mismas secuencias, en su momento, de dos herederos a una misma corona. Sus épocas son distintas y cada uno es hijo de su tiempo. El padre del siglo pasado, el XX y la hija se convertirá en una mujer del siglo XXI.

Leonor de Borbón versus Felipe VI

Felipe VI no podía imaginar, cuando correteaba de niño por los jardines del Palacio de la Zarzuela, que su reinado iba a estar marcado a fuego por el discurso a la nación que tuvo que hacer el 3 de octubre de 2017 dos días después del desafío separatista en Cataluña. Eso para abrir boca. El segundo asalto que le esperaba, la pandemia del coronavirus, quizá, no ponga en peligro la unidad de nuestro país, pero le ha supuesto la pérdida de miles de compatriotas y eso sin un campo de batalla.

Dos acontecimientos históricos que el Rey ha vivido junto a la Princesa de Asturias como participarán juntos en muchos otros que están por venir. En la vida de ambos, como principes y herederos al trono de España, hay una serie de vivencias similares. Se repiten el hecho y el lugar, cambia el protagonista. Este es un repaso por esos momentos.

Así nos presentaron los entonces Príncipes de Asturias a su primogénita, Leonor, al abandonar la clínica Ruber días después de su nacimiento. Era la primera vez que se fotografiaba públicamente a la actual Princesa de Asturias. Pudimos comprobar que era "gordita" como la habían descrito sus abuelos, los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía cuando fueron a conocerla. Lo de "llorona", que también dijeron, no se vio porque durante su presentación a la prensa estuvo dormida.

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La presentación en sociedad del entonces tercer hijo de los Príncipes de España Juan Carlos y Sofía fue muy distinta. El actual Rey nació el 30 de enero de 1968 en la Clínica de Nuestra Señora de Loreto de Madrid. "¡Es precioso, rubio y con los ojos azules!" reveló una de las enfermeras.

Con siete meses, la Princesa Leonor fue presentada ante la Virgen de Atocha, una tradición de la Casa Real española que se remonta al reinado de Felipe II. Don Juan Carlos y doña Sofía cumplieron con la misma tradición cuando el príncipe Felipe contaba con tan solo cinco meses. Treinta y ocho años separan ambas presentaciones de padre e hija ante Nuestra Señora de Atocha.

El primer acto oficial protagonizado por la Princesa Leonor fue la lectura de la Constitución justo el día que cumplía 13 años. En la sede del Instituto Cervantes. Leonor leía el artículo 1 de la Carta Magna bajo la atenta mirada de sus padres.

El Rey protagonizaba su primer acto oficial con tan solo tres años al apadrinar la puesta en servicios de dos hidroaviones Canadair CL-125 que habían sido comprados por el Gobierno de España para luchar contra los incendios forestales. Pese a que ambos, padre e hija, han tenido una infancia protegida por sus progenitores, sin duda Felipe VI participó de la vida oficial, en solitario, antes que Leonor como cuando asistió en representación de España junto al presidente del Gobierno Felipe González a la final de la Eurocopa de 1984 que disputaron las selecciones de Francia y España en el estadio Parque de los Príncipes de París.

Uno de los hechos más relevantes vividos por la Princesa de Asturias fuela abdicación de su abuelo en favor de su padre. El 2 de junio de 2014, Juan Carlos I ponía fin a su reinado dejando el trono a su hijo. Después de 39 años al frente de la jefatura del Estado, el actual rey emérito daba un paso al lado y pedía toda la confianza para su hijo que se convertiría en Felipe VI. Leonor tiene tan solo 9 años.

Con 7 años asistía Felipe de Borbón a la proclamación como Rey de España de su padre, Juan Carlos I, el 22 de noviembre de 1975, dos días después del fallecimiento de Francisco Franco que le había designado como su sucesor en 1969.

Coincidiendo con el 50 cumpleaños de Felipe VI, el Rey impuso a la Princesa de Asturias el Toisón de Oro, insignia de la orden dinástica de mayor prestigio en el mundo, creada la ciudad de Brujas en 1430 por el duque de Borgoña con motivo de su matrimonio con Isabel de Portugal. La Princesa Leonor recibió el que había pertenecido a su bisabuelo, a Don Juan de Borbón, porque esta alta condecoración de la Corona española, debe ser devuelta a la Casa Real una vez que la persona que la posee fallece. Doce años tenía la heredera al trono al recibir el vellocino de oro.

Una edad muy similar a la de su padre que acaba de cumplir 13 años cuando recibió este honor al firmar el Rey Juan Carlos el 3 de mayo de 1981 un real decreto por el que concedía el Collar del Toisón a su heredero.

Si un acto se esperaba con expectación, ese era el de la entrega de losPremios Princesa de Asturias, galardones a los que siempre ha estado muy unido el actual monarca. Su primer discurso público fue precisamente en el Teatro Campoamor de Oviedo en la entrega de estos galardones el 3 de octubre de 1981. Trece años contaba en ese momento el entonces Príncipe. Ante el paralelismo en sus vidas, en la entrega de los ya Premios Princesa de Asturias de 2018 se esperaba el estreno de Leonor, algo que no llegaría a ocurrir hasta el año siguiente.

Por mucho que se busquen las similitudes entre uno y otro discurso, por fuerza tiene que haber más diferencias. Una de ellas, el perfecto inglés con el que la Princesa Leonor se dirigía a los premiados alternando con el castellano. Pese a que su padre memorizó su discurso, al final, al igual que hacía Leonor, lo leía.

La Princesa de Asturias cumple 15 años. Entra de lleno en la adolescencia y su vida seguirá avanzando hacia la edad adulta. La quedan muchos discursos por pronunciar, muchos actos públicos que protagonizar, preparación académica que tendrá que completar como su padre dentro y fuera de España. Viajes de Estado y una duda, no sabemos si en esa preparación para regir el futuro de España entrará la formación militar.

Tendrá que andar su propio camino, le ha tocado vivir experiencias de las que dejan huella. Desde aquí la felicitamos y deseamos que su trayectoria rompa con la inestabilidad que siempre ha rodeado a los borbones ya por la historia propia de España, ya por la historia de Europa.