Los dos vendedores ambulantes detenidos ayer miércoles en una playa de Punta Umbría (Huelva) tras el apuñalamiento del subinspector jefe de la Policía Local son hermanos y ya habían protagonizado otros altercados.

Antonio Cabello, portavoz de la Policía Local de Punta Umbría (Huelva), ha dicho este jueves a los periodistas que se trata de personas que llevan años en la zona con las que siempre ha habido "tiras y aflojas típicos entre nosotros y ellos, actuaciones diversas con consecuencias mínimas, pero nunca se había llegado a acciones de esta gravedad".

Asimismo, ha remarcado la intencionalidad del que apuñaló al jefe de la Policía Local, ya que se produjo "de manera sorpresiva y por detrás".

Sobre el tercer detenido, un bañista, ha señalado que "intentó retener y obstaculizar la labor del agente" y ha añadido que "hubo suerte y en el operativo había más de un policía".

"La actuación de esta persona podría haber retrasado la acción del policía; hay que ser muy consciente de que a la Policía hay que ayudarla, no obstaculizarla nunca o, al menos, mantenerse al margen. La gente tiene que ser consciente de que estamos para servir y ayudar", ha dicho Cabello.

Por último, ha precisado que en el tiempo desde la detención hasta que fueron trasladados a las dependencias de la Guardia Civil, los detenidos "no mostraron ningún tipo de arrepentimiento".

Parte de la familia de los dos vendedores detenidos se encuentra en los alrededores de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, donde permanecen desde ayer los tres arrestados a la espera de que terminen las investigaciones del equipo de Policía Judicial y sean puestos a disposición judicial.