Los cimientos comienzan a resquebrajarse en Ferraz. El PSOE de Pedro Sánchez ha sumado este domingo un nuevo varapalo electoral en Castilla y León tras dejar de ser la fuerza más votada y retroceder en siete escaños. En concreto, el candidato socialista Luis Tudanca pierde su papel de primera fuerza y cae hasta los 28 procuradores. Pese a que el CIS de Tezanos daba alas a la izquierda, el nuevo gobierno de la Junta de Castilla y León sólo puede ser formado con una suma de fuerzas de PP y Vox.

La debacle electoral en Castilla y León no es la única. Todas las citas electorales a las que se ha enfrentado Sánchez tras asumir la presidencia del Gobierno en enero de 2020 han sido un fracaso para el PSOE con la excepción de Cataluña, donde Salvador Illa se convirtió en primera fuerza pero no pudo gobernar. El 14 de febrero de 2021, el exministro de Sanidad - la apuesta fiable de Sánchez - consiguió disparar la perspectiva electoral que brindaba Iceta y consiguió ganar las elecciones. Sin embargo, la mayoría absoluta independentista permitió que Pere Aragonès se convirtiera en nuevo president.

En todas las demás citas electorales, el PSOE ha salido escaldado. En Galicia, el PSOE fue incapaz de evitar una nueva mayoría absoluta de Núñez Feijóo y se contentó con mantener sus 14 diputados ante la debacle de Podemos, que se quedaba fuera del parlamento gallego. En el País Vasco, Idoia Mendía se tuvo que conformar con ser la tercera fuerza al sumar 10 escaños.

Pero el golpe más duro llegó en mayo de 2021 en la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso arrasó en unos comicios donde sumó 35 escaños más que dos años antes y se acercó a la mayoría absoluta. Ángel Gabilondo, el candidato del PSOE, no sólo perdió la oportunidad de un gobierno de izquierdas sino que quedó tercero al ser superado por 7.000 votos por la candidata de Más Madrid Mónica García. Todo un aviso a navegantes que, ocho meses después, ha vuelto a verse en Castilla y León.

El PSOE de Sánchez cotiza a la baja. También en las encuestas nacionales. Según la última encuesta de GAD3, Casado ganaría las elecciones con 122 diputados. Sánchez se quedaría con 99 escaños, 21 menos que en las elecciones generales del 10-N. Con estos resultados, Casado podría ser presidente de Gobierno con los 56 escaños que Vox sumaría. Otros estudios demoscópicos han arrojado en estas últimas semanas un descenso del PP en estimación de voto y algunos dan al PSOE como primera fuerza, pero ninguna de ellas garantizan un gobierno de izquierdas. Cuatro de las últimas cinco citas electorales también demuestran que el desgaste de Sánchez es evidente y que su reelección peligra ante el imparable avance de la derecha.