Los veinte vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cumplen este viernes dos años en funciones ante el imposible acuerdo entre el PSOE y el PP para renovarlo y entre acusaciones cruzadas de querer manipular al órgano de gobierno de los jueces.

Se trata de un récord de interinidad en este órgano constitucional, superior incluso al bloqueo que sufrió entre 2006 y 2008, también entonces con un Ejecutivo del PSOE y el PP en la oposición.

En esta ocasión el bloqueo es más llamativo, dado que el acuerdo entre el PSOE y el PP estaba cerrado hace dos años.

Lo dinamitó un whatsapp del entonces portavoz de los populares en el Senado, Ignacio Cosidó, en el que hablaba de controlar la Sala de lo Penal del Supremo "por detrás", lo que motivó la renuncia del nombre que habían pactado los grupos mayoritarios para presidir el CGPJ, Manuel Marchena.

Y estuvo casi cerrado de nuevo en agosto de este año, pero en el último momento el PP se echó atrás con el argumento de que no pactaría con Podemos en el Ejecutivo. Ahora, de nuevo, el Gobierno asegura que el acuerdo está hecho a falta de poder anunciarlo, pero los populares lo niegan.

El segundo aniversario se cumple con dos iniciativas registradas por PSOE y Unidas Podemos en el Congreso para presionar al PP, cerrado por el momento a un pacto si no se cumplen sus condiciones: que Podemos quede fuera de cualquier negociación y que se despolitice el órgano de gobierno de los jueces.

La primera proposición de ley de los grupos de la coalición de Gobierno, aparcada tras las suspicacias despertadas en el Consejo de Europa y en la Comisión Europea, busca rebajar las mayorías parlamentarias exigidas para elegir a doce de los veinte vocales, de modo que no sea necesario el acuerdo con el PP.

La segunda, presentada esta misma semana, pretende limitar las funciones del CGPJ una vez caducado su mandato para evitar fundamentalmente que siga realizando nombramientos de cargos judiciales.