La Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid, especializada en asuntos de Violencia Sobre la Mujer, ha condenado a David A.M. a 21 años de cárcel por el asesinato de su mujer, a quien, tras golpear en la cabeza, asfixió con una bolsa de plástico teniéndola maniatada.

Así lo ha acordado la Audiencia Provincial después de que el Jurado Popular considerara probado el asesinato de Valentina, cometido el 27 de mayo de 2017, por el que la Fiscalía pedía al acusado 22 años de cárcel, y no así el de agresión sexual por el que también se sentó en el banquillo.

Además de la pena de cárcel, la sentencia obliga al hombre a indemnizar en concepto de responsabilidad civil a la hija que tenían en común con 150.000 euros y con otros 25.000 euros a cada uno de los padres de la fallecida.

Los magistrados hacen suyos los hechos declarados probados en el objeto del veredicto para condenarle por un delito de asesinato con agravante de parentesco.

Los hechos, sostienen, "evidencian el ánimo de matar" del acusado, que efectuó "actos idóneos para causar la muerte de la víctima" como son "el medio utilizado y la mecánica empleada".

La muerte se produjo cuando, tras golpearla en la cabeza en al menos tres ocasiones, causándole un traumatismo craneoencefálico, la ató de pies y manos "colocándole una bolsa de plástico en la cabeza que ató con la misma cuerda, produciéndole la muerte por asfixia mecánica y sofocación".

Conforme al acta del veredicto de los nueve miembros que formaron el tribunal del jurado, la sentencia absuelve por contra al acusado del delito de agresión sexual al no considerar probado que la violase antes de matarla, a la luz de los informes forenses.

Según el relato de hechos probados, el acusado, de nacionalidad española, comenzó en 2011 una relación sentimental con la mujer, de nacionalidad rumana, y tres años más tarde contrajeron matrimonio.

El 26 de mayo de 2017 acudieron a una cena concertada con un grupo de amigos en la que permanecieron hasta, aproximadamente, las dos de la madrugada, y se dirigieron a su domicilio.

Ese día estaban solos porque la hija que tenían en común se encontraba en casa de unos amigos, mientras que las otras dos hijas de la mujer residían en Rumanía.

Una vez en el dormitorio, comenzaron a discutir y el acusado "con el propósito de acabar con la vida de Valentina", la golpeó en la cabeza para después asfixiarla con una bolsa de plástico en la cabeza, causándole la muerte entre las cuatro o las seis de la madrugada del 27 de mayo.