Patricia de Arce.

Cuando Pablo Casado ha llegado este mediodía a su reunión con secretarios generales autonómicos del PP, ha sido recibido con una ovación. Y el líder, como si no hubiera pasado nada, se ha puesto a hablar de campañas electorales.

Pero algo había pasado. Se acababa de conocer el informe en el que la Fiscalía del Supremo ha pedido que no se le investigue por las posibles irregularidades de su máster.

Así, cuando se cumplen justo hoy dos meses de su elección como presidente de los populares, Pablo Casado ve su camino despejado. O casi despejado, porque aún queda que el Supremo decida; aunque todos en el PP esperan que escuche la recomendación del fiscal.

Todos en el PP, admite a EFE un barón regional, han respirado hoy, porque estaban muy preocupados con que este caso nublara sus precampañas y obstaculizara sus carreras hacia los gobiernos autonómicos y locales. Carreras que no se prevén, en cualquier caso, nada fáciles.

Si bien para el PP, según este dirigente, el caso estaba "cogido por los pelos", temían una investigación que obligara a Casado a hacer el "paseíllo" para declarar, sobre todo en este momento en el que todos los currículos están en cuestión, empezando por el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Así que han pasado de imaginar a Casado contra las cuerdas a vivir con euforia la noticia de la Fiscalía. Euforia pero prudencia, como pedían esta tarde desde Génova. Que aún queda por pronunciarse la Sala de lo Penal.

"La verdad se abre camino poco a poco", decía este mediodía un satisfecho Teodoro García Egea, secretario general del PP, que no ha perdido la ocasión de apuntar al enemigo.

Tras recalcar que nadie hay tan honrado como su líder, García Egea advertía de que las dudas se mantienen "sobre otros" y exigía después al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que dé todas las explicaciones necesarias sobre su tesis doctoral y despeje cualquier duda de posibles plagios u otras irregularidades.

No le ha faltado la ironía al número dos del PP, que por un lado recomendaba a los socialistas que "plagien" las propuestas de su partido, mientras por otro ofrecía a Sánchez su experiencia tecnológica para recomendarle soportes desde los que explicarse, incluido el plasma.

Y ha despistado algo a los medios cuando por una parte se ponía incisivo reclamando a Sánchez que dé todo tipo de aclaraciones y por otra sugería que al PP no le va este debate curricular, porque prefiere debatir sobre los problemas de los ciudadanos.

Además, ha dejado caer que el PP rechazará la comisión de investigación sobre la tesis que pide Ciudadanos y tampoco se ha querido regodear con la noticia de que la juez del máster pensaba investigar a la exministra Carmen Montón.

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De modo que una de cal y otra de arena, que los populares están deseando pasar página de este asunto y ponerse a trabajar con la vista puesta en las urnas.

Eso, precisamente, es lo que han querido también mostrar en esta jornada, con la reunión que Casado y parte de la cúpula han mantenido con los secretarios generales autonómicos, y que se ha prolongado más de seis horas.

Una sesión de trabajo dedicada a las próximas citas electorales: las autonómicas, locales y europeas de mayo de 2019, así como las andaluzas, que serán antes.

El partido ha prometido decidir los candidatos en las próximas semanas, porque la idea es llegar con todos los nombres cerrados y anunciados ya para la convención del 1 y 2 de diciembre.

Y con el encuentro de hoy se pone en marcha la potente maquinaria electoral del PP con una dirección nueva que se medirá por primera vez con este reto.

Será entonces, y con el caso del máster previsiblemente enterrado, cuando el partido compruebe si es cierto ese "efecto Casado", del que muchos han hablado hoy en esa reunión.