El brote de COVID-19 localizado en la empresa avícola Padesa de Roquetes (Tarragona) afecta ya a 237 personas, 218 de ellas trabajadoras de la planta, después de que se detectaran 90 positivos en el cribado realizado el pasado fin de semana por el Departamento de Salud.

Durante los dos días se recogieron 398 muestras, de las que 90 han dado positivo en COVID-19, 306 son negativas y 2 aún se encuentran pendientes de resultado.

Técnicos de la Región Sanitaria Tierras del Ebro y del servicio de vigilancia epidemiológica mantienen reuniones con la empresa para tomar las medidas necesarias tras conocerse los resultados.

La consellería de Salud ha destacado la colaboración "en todo momento" de la empresa, que durante el fin de semana desinfectó las instalaciones.

El primer caso positivo de este brote se detectó el 13 de septiembre y a partir de ahí el número de contagios se disparó.

La empresa hizo un cribado a 200 trabajadores y el miércoles de la semana pasada se diagnosticaron 17 positivos de golpe, por lo que Salud decidió hacer las pruebas PCR masivas este fin de semana.

A finales de julio ya se hizo un cribado preventivo a un millar de trabajadores de las plantas de Padesa y Palmas de Roquetes y Amposta, y entonces se detectaron 16 positivos.