La exconsellera de Gobernación, Meritxell Borràs, ha afirmado que siente "miedo" cuando oye que el expresidente del gobierno José María Aznar ya da a los miembros del anterior Govern por condenados: "Me estremece y me da miedo que gente con las influencias y los contactos que tiene lo dé por hecho".

"Qué miedo que él lo anuncie", ha subrayado la exconsellera durante la presentación de su libro "34 días de otoño y 1 de primavera", en el que narra cómo fue su paso por la prisión de Alcalá Meco tras el referéndum del 1 de octubre y la declaración unilateral de independencia.

Borràs ha considerado que Aznar "se desmerece" cuando hace este tipo de declaraciones y, acto seguido, reclama la presunción de inocencia para los acusados de corrupción de su partido que no tienen sentencia firme.

El salón de actos de la Casa del Libro de Barcelona se ha quedado pequeño ante el alud de personas que han acudido para arropar a la hospitalense durante la presentación de su libro, que ha dirigido el periodista Antoni Bassas.

Incluso el Presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha querido hacer acto de presencia -aunque de forma breve porque tenía otro compromiso- y ha reivindicado que el testimonio de los miembros del anterior Govern son necesarios para entender qué pasó y saber "cómo continuar".

De esos 34 días de otoño en prisión, Borràs ha destacado la amistad que forjó con la exconsellera de Trabajo, Dolors Bassa, con quien compartió celda y a quien pidió su consentimiento antes de publicar el libro porque salen a la luz las "miserias" de las dos.

Bassa, por su parte, ha hecho llegar, a través de su hermana Montse, una carta en la que lamentaba su ausencia y cuestionaba que fueran a tener un juicio justo.

En la misiva, la republicana destacaba cómo la prisión forjó una amistad entre ella y Borràs, que en sus primeros días juntas se confesaron pensar de la otra que era una "estirada" y una "sinvergüenza", respectivamente.

"Para mi fueron 34 días de otoño que nunca tendrían que haber pasado y un día de primavera que tendríamos que haber compartido", resolvía Bassa en su carta.

El día de primavera al que se hace alusión es el de la boda entre Borràs y su pareja una vez ella estuvo libre, un enlace que decidieron que iban a celebrar cuando la exconsellera estaba en prisión, ya que sin ser matrimonio formal su pareja no la podía visitar "sin el cristal".

Uno de los puntos en los que ha querido incidir Borràs ha sido en el poco protagonismo que se da a las mujeres presas: "solo se hablaba de dos prisiones, de los consellers y en muchas ocasiones nosotras no existíamos. Fue un motivo de militancia, ver que las mujeres quedaban en el olvido".

Borràs ha descartado volver a la política y ha subrayado que ya tenía previsto abandonar la vida pública una vez acabara el mandato para volver al ámbito privado donde ejercer su profesión como farmacéutica.

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Entre los asistentes a la presentación estaban muchos compañeros de partido, como el exalcalde de Barcelona Xavier Trias; excompañeros de Govern como Neus Munté y consellers del actual Ejecutivo como Chakir El Homrani o Àngels Chacón.