El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha mantenido este viernes una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la que ha defendido la posición de España en "la dramática situación" en la Franja de Gaza, reiterando su disposición para buscar una "solución política" que "posibilite la coexistencia" del Estado de Palestina y el de Israel "en paz y seguridad".

"Compartimos la necesidad de mantener firme la unidad transatlántica frente a los desafíos globales", ha insistido el presidente del Gobierno español. En la conversación, de la que ha informado el propio Sánchez en un mensaje en redes sociales, también ha agradecido a Biden su felicitación por la investidura". "He reiterado mi voluntad de seguir estrechando la cooperación con EEUU, socio estratégico, aliado y amigo de España, durante esta nueva legislatura", ha señalado en una publicación en X.

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De esta manera, Sánchez ha trasladado a Biden la posición del Gobierno español en el reconocimiento del Estado palestino. España, junto a Bélgica, Irlanda y Malta envió una carta al presidente del Consejo Europeo Charles Michel para denunciar la gravedad de la situación en Gaza y pedir un alto al fuego "duradero", así como una posición "clara y común" a nivel europeo.

En la misiva también reiteraron su "rotunda condena" de los ataques terroristas cometidos por Hamás el 7 de octubre y pidieron la inmediata liberación de los rehenes. Además, reconocieron el derecho de Israel a defenderse, pero siempre de acuerdo con el Derecho Internacional y del Derecho Humanitario.

"La perspectiva creíble del reconocimiento de un Estado Palestino, junto al Estado de Israel es la base para el avance hacia el reconocimiento mutuo, la paz y la seguridad en la región", defendieron en la carta, firmada por Sánchez junto a sus homólogos de Bélgica, Irlanda y Malta.

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Asimismo, reclamaron "medidas eficaces para proteger a civiles inocentes", mostrando su "profunda preocupación" por el "insoportable" número de bajas en Gaza, y exigieron que la ayuda humanitaria llegue "a los que la necesitan de manera sostenida y en cantidad suficiente". De hecho, recordaron que impedir que la llegada de ayuda a los civiles "puede contravenir el derecho internacional".