Una de las exigencias para que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) diese el visto bueno a la investidura de Pedro Sánchez ha sido que el Gobierno de coalición revisara y autorizase acercamientos de presos de ETA a cárceles vascas y navarras. Un movimiento que el Ministerio del Interior parece haber cumplido, ya que desde que han llegado al poder han sido 58 los presos que han sido trasladados a cárceles del País Vasco y Navarra.

Los últimos cuatro traslados han sido aprobados este viernes por la Secretaría de Instituciones penitenciarias, departamento que pertenece al Ministerio de Fernando Grande Marlaska.

Asier Bengoa López de Armentia será trasladado a la prisión de Daroca, en Zaragoza, después de que en 2019 ingresase en prisión con una condena de siete años y seis meses por delito de colaboración con banda armada. Junto a Bengoa, Faustino Marcos Álvarez también dejará la prisión de Herrera de la Mancha y los trasladarán Zaragoza. En su caso, este cumple una condena de 12 años y 14 meses por delitos de colaboración con banda armada, tenencia ilícita de armas y falsificación de documento público.

Desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) han mostrado durante estos últimos días su “absoluto rechazo” a estas iniciativas puestas en marcha por Fernando Grande Marlaska y han pedido una reunión para buscar poner freno a esta “dinámica de traslados descontrolada”.

En clave local, además, el pacto de legislatura alcanzado entre el PNV y el Partido Socialista de Euskadi (PSE) esta semana apuesta por una política penitenciaria basada en la reinserción en la cual se favorezca el acercamiento de los presos. Los socialistas explican este movimiento como una forma de “continuar con un proceso de cooperación con el objetivo de consolidar sólidamente la paz y la normalización de la convivencia”.

Dos presos con delitos de sangre

Los otros dos nuevos traslados, junto a Marcos Álvarez y Asier Bengoa, son dos personas que están condenadas por delitos de sangre.

Se trata de Idoia Mendizabal Mujika y Jon González, que están internos en Picassent. Los dos son pareja y tienen un hijo de tres años, razón por la cual han estado cumpliendo su condena en la prisión valenciana, que cuenta con un módulo de madres. Pero esa unidad va a ser cerrada en breve y se instalará en la nueva cárcel de Alicante, por lo que Mendizabal será trasladada a la cárcel madrileña de Aranjuez, que tiene módulo de madres y unidad de familia.

Idoia Mendizabal fue condenada a 377 años de cárcel por su participación en el intento de asesinato de la teniente de alcalde de Portugalete Esther Cabezudo el 28 de febrero de 2002, mediante la colocación de un carrito bomba que debía estallar a su paso por la calle.

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.@ArnaldoOtegi tras la muerte en prisión de Igor Gonzalez Sola: «Mientras el Estado no haga desaparecer su violencia, difícilmente se podrá hablar de convivencia».

Un abrazo a familiares y amigos. SEGUIREMOS TRABAJANDO para que la convivencia se asiente sobre bases sólidas. pic.twitter.com/Na0eyGp17A

— EH Bildu (@ehbildu) September 5, 2020

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La etarra se cree que también participó en la colocación de una bomba-lapa que causó graves heridas al diputado del PSOE Eduardo Madina en febrero de 2002. Asimismo fue condenada a 18 años de prisión por el intento de asesinato de la delegada de Antena 3 en Euskadi María Luisa Guerrero en enero de 2002.

Bildu denuncia la "crueldad de la política penitenciaria"

Además, este viernes se ha sabido que los funcionarios de la cárcel de Martutene han encontrado muerto en su celda a Igor González Goya. A falta de lo que diga la autopsia, las primeras hipótesis apuntan a que González podría haberse suicidado.

Para la coalición abertzale, este es un claro ejemplo de lo “cruel” que es la política penitenciaria en España y ha pedido “hablar de la violencia del Estado”.

Esta muerte tiene responsables, "que son los que practican una política penitenciara cruel que se basa en la venganza", ha dicho este sábado el secretario general de la organización, Arnaldo Otegi, momentos antes de que Iñigo Urkullu tomase posesión como lehendakari por cuarta vez consecutiva. Unas palabras que han generado enfado entre las asociaciones de víctimas de ETA, quienes han vuelto a exigir que reconozcan que "ETA fue una aberración y una injusticia".

Quienes han dinamitado la convivencia -literalmente- en Euskadi han sido los etarras. Y quienes los habéis dirigido, apoyado y jaleado.

Hasta que no reconozcáis que ETA fue una aberración y una injusticia y que nunca tendría que haber existido, no podréis hablar de convivencia. https://t.co/7Nj9kpiKcQ

— COVITE (@CovitePV) September 5, 2020

Quienes han dinamitado la convivencia -literalmente- en Euskadi han sido los etarras. Y quienes los habéis dirigido, apoyado y jaleado. Hasta que no reconozcáis que ETA fue una aberración y una injusticia y que nunca tendría que haber existido, no podréis hablar de convivencia.