Mariano Rajoy acudirá este miércoles al Tribunal Supremo para declarar como testigo en el juicio a la cúpula del 'procés'. Su interrogatorio ha sido solicitado por Vox, que ejerce la acusación popular, y por los abogados de los dirigentes independentistas.

El expresidente del Gobierno abrirá los interrogatorios de la tarde, pues ha sido citado a las 16.00, y se prevé que su intervención dure media hora. En el bloque de testimonios de políticos también destaca el de la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, el del exministro de Hacienda Cristóbal Montoro y el del expresidente de la Generalidad de Cataluña Artur Mas. 

Como cualquier testigo, Rajoy tendrá que prestar juramento o promesa de decir la verdad. En caso de que mienta, podrá ser perseguido por el delito de falso testimonio, castigado con pena de seis meses a dos años de prisión. En primer lugar, responderá a las preguntas de Vox y de las defensas, por ser quienes lo han propuesto, y después de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado si lo consideran pertinente. Rajoy no podrá negarse a responder y podrá abandonar la sala finalizado su interrogatorio, pero si lo prefiere podrá permanecer en ella hasta que finalice la vista.  

Esta es la segunda ocasión en la que testificará en un juicio penal, si bien lo hará en calidad de expresidente y no de líder del Ejecutivo, como sucedió en el caso Gürtel. 

LAS PREGUNTAS AL EXPRESIDENTE

A Rajoy le preguntarán por el papel de su Ejecutivo en el referéndum del 1 de octubre y en la declaración unilateral de independencia de Cataluña. Una cuestión fundamental para combatir el uso de fuerza física que exige el delito de rebelión pivotará en torno a por qué no aplicó el Estado de Excepción tras la DUI. También destaca el requerimiento que le envió a Carles Puigdemont para que confirmara si la Cámara autonómica había proclamado la independencia de Cataluña, imprescindible para la aplicación posterior del 155.

A ese burofax Puigdemont no respondió ni si sí, ni si no. Propuso una reunión urgente con Rajoy y que “las instituciones y personalidades internacionales, españolas y catalanas” que pidieron que suspendieran los resultados del referéndum tuvieran la oportunidad de explorar el camino de la negociación.

Precisamente, durante las vistas que se han desarrollado, los dirigentes independentistas han dicho que el Parlamento de Cataluña no proclamó la independencia. "No se votó nada", alegó el exconsejero de Interior Joaquím Forn. También Oriol Junqueras, exvicepresidente de la Generalidad, dijo que el suyo era un juicio político en el que se le persigue por sus ideas. La exconsejera de Trabajo Dolors Bassa manifestó que la declaración fue exclusivamente "política", sin ninguna consecuencias práctica, como la expresidenta del Parlamento Carme Forcadell. El exconsejero de Empresa Santi Vila declaró que Mariano Rajoy "mantuvo siempre vías de diálogo abiertas", pero ni desde un lado ni desde el otro supieron crear "las condiciones de confianza para que eso precipitara algún tipo de negociación".

LAS DECLARACIONES DE LOS MINISTROS DE RAJOY

Este miércoles también declarará la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, encargada de la denominada "operación diálogo", y el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro, al que le tocará dar cuenta sobre la supuesta malversación de fondos públicos, toda vez que en su momento aseguró que no se destinaron partidas para financiar el 1-O.

La intención del Supremo citando primero a los políticos y cargos públicos a declarar como testigos es que el 'procés' influya lo menos posible en la campaña electoral de cara a los comicios del 28 de abril.

RECHAZO A LOS MÍTINES ELECTORALES

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Y es que, desde el inicio de las sesiones, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha impedido que el juicio al 'procés' sea utilizado como un mitin electoral. Así se lo hizo saber al abogado de Vox, Javier Ortega Smith, que también es el secretario general de la formación, cuando pidió que le dejaran formular la batería de preguntas que tenía previstas para interrogar a Junqueras, pese a que se había negado a responder a las acusaciones.

En esa ocasión Marchena invocó la 'doctrina Murray', por la que no se puede considerar como prueba condenatoria el derecho al silencio de un acusado. También rechazó la petición de que se prohibiera la presencia de lazos amarillos en sala esgrimiendo dos sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

En lo que respecta a los acusados, cuyo derecho a la defensa sí les permite mentir, Marchena le dijo al exconsejero de Presidencia Jordi Turull que no aprovechara “el interrogatorio para hacer un juicio de valor sobre lo que le parece la acusación (...) Usted va a tener derecho en el turno de última palabra a desahogarse todo lo que quiera", argumentó.