El mundo está pendiente de las elecciones de Estados Unidos. O, al menos, esa es la sensación que todos tenemos debido al pulso de la actualidad. Está claro que los comicios son importantes para los habitantes de la tierra de las oportunidades, pero ¿qué consecuencias puede tener la victoria de uno u otro candidato para España y Europa?

Este es el escenario hipotético que se espera, según nuestros intereses, en función de si el presidente electo es Donald Trump o Joe Biden.

Trump: continuaría la 'guerra'

La política exterior de Trump ha estado caracterizada por una competitividad extrema tanto con la Unión Europea como con la OTAN. Ambas organizaciones han tenido que aprender a convivir con los desplantes del actual presidente: este ha dudado de la alianza con el Viejo Continente e incluso amenazó con dejar la organización atlántica.

Apenas ha habido treguas en esa relación entendida como rivalidad. La guerra comercial con Europa es lo que más ha marcado a España, debido a la imposición de aranceles por 7.500 millones de dólares anuales a la UE. Esta medida en concreto va a costar unos 765 millones de euros a nuestro país, con 1.270 millones de las exportaciones españolas afectadas. Casi toda esa cantidad (970) pertenece al sector agroalimentario.

Esto significa que los productos españoles que más tirón tienen en el extranjero quedan muy afectados. Son el aceite de oliva, el vino, la aceituna y el queso, que ven peligrar 400 millones, 300, 180 y 87 respectivamente. Por supuesto, Andalucía es la región española a la que los aranceles golpean con mayor fuerza. Aun así, las aceiteras españolas capean el temporal como pueden gracias a la solución de comprar e importar producto extranjero.

Paralizar la negociación del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) con Europa no ayuda, ya que se habrían suprimido el 97% de los aranceles. Tampoco lo hace, en el terreno geopolítico, la negativa a dar autonomía militar a la UE, que depende de Estados Unidos en la OTAN. España es uno de los países que defiende la emancipación a este respecto, pero Trump no ha dado su brazo a torcer.

Así, sólo cabe esperar que el ahora candidato republicano recrudezca aún más las hostilidades hacia Europa y la OTAN (en fondo y forma) si es reelegido.

Biden: ¿un cambio a mejor?

El candidato demócrata se comprometió a desarrollar una política exterior radicalmente opuesta a la de Trump, con el tono conciliador por bandera. Sin embargo, los expertos no creen que una victoria de Biden pudiese traer consigo una vuelta de tuerca total en las relaciones estadounidenses con Europa y España: quizá lo mejor sea apelar a la cautela.

“Nos interesa que gane Biden. Los demócratas son mucho más abiertos a las relaciones exteriores y a la diplomacia que los republicanos”, ha expuesto el consultor político Enrique Cocero en Herrera en COPE. ¿Que habría más ímpetu de entendimiento? Eso parece, ya que Biden, por ejemplo, propone organizar una cumbre a gran escala entre democracias, organizaciones no gubernamentales y algunas grandes corporaciones. El objetivo sería avanzar en la cooperación internacional que ha podido ser entorpecida durante estos cuatro años de presidencia de Trump.

Aun así, aspectos como el Brexit no dejan tan claro que lo hecho por Trump vaya a ser tan deshecho por Biden si este le sucede en el cargo: tanto el actual presidente como su posible sustituto tienen fijación por la “relación especial” con Reino Unido. Además, el rumbo que tome el comercio exterior dependerá de cuál sea el partido mayoritario en el Congreso y el Senado. Por tanto, Biden, aunque más afín al libre comercio y a las relaciones multilaterales y fluidas, podría estar más maniatado de lo que le gustaría.

Otro aspecto que no beneficia al líder demócrata es el precedente de lo que ocurrió con Obama: el mayor y mejor entendimiento con Bruselas que tanto se anunció cuando Biden era vicepresidente nunca acabó por concretarse. ¿Quién asegura que ahora se daría un escenario completamente nuevo, a pesar de que se normalicen las relaciones, se cambie el tono y se eliminen las amenazas? Las garantías no son, ni mucho menos, plenas.

Aunque el triunfo de uno u otro candidato no influirá de forma directa en nuestra economía, sí habrá consecuencias derivadas de cómo sean las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea. Por eso, la teoría dice que podría beneficiarnos más un triunfo de Biden. Aunque, en la práctica, queda claro que nada está escrito hasta que sucede.