Los estadounidense han empezado a acudir a las urnas para votar en las elecciones presidenciales con el candidato demócrata Joe Biden como favorito, con una ventaja de alrededor de ocho puntos, según la medida de las encuestas publicadas en las últimas semanas. La participación también apunta en esa dirección. Cuantos más electores depositen su voto, más beneficiado sale el demócrata, y casi 100 millones de norteamericanos lo han hecho por anticipado, tanto de manera presencial como por correo. Una prueba de que el aumento de la participación juega en favor de Biden es que los republicanos están intentando que no se cuenten todos los votos por correo en algunas zonas del país. Por ejemplo, en Texas han recurrido -sin éxito- a los tribunales para que se invalidaran 127.000 sufragios. Intentan que una vez cumplido un plazo, los sufragios que queden no se cuenten, aunque se hayan emitido dentro del período de tiempo estipulado.

Con la información disponible lo más probable es una victoria del aspirante demócrata y vicepresidente en los dos mandatos de Barak Obama en la Casa Blanca. La principal baza en la que confía Donald Trump es la “mayoría silenciosa”, es decir, que haya un amplio sector de voto oculto a su favor. Y -además- que el apoyo a Biden se concentre en unos estados, pero no en los que son decisivos por el sistema de colegio electoral.

Hay estados en los que está muy claro quién va a ser el ganador en estas elecciones presidenciales en Estados Unidos, según las encuestas. El demócrata Joe Biden -por ejemplo- es muy favorito en California, el pastel más goloso en votos electorales, que son los que cuentan. En ese estado le dan los sondeos una ventaja de casi 30 puntos sobre Donald Trump. Y le conceden la victoria casi segura sobre su rival republicano en otros 12 estados -en algunos con más de 20 puntos de diferencia como Nueva York, Maryland, Washington, Hawaii-, y en la capital, Washington DC, con más de 89 puntos. Trump tendría prácticamente garantizado acaparar los votos electorales de 11 estados -muchos del sur y del interior-, entre ellos en Wyoming, Arkansas, Louisiana y Missippi.

Sin embargo, en los ocho estados decisivos el resultado está más en el aire; en todos ellos aparece como ganador Biden, pero por muy poco margen. Al demócrata le asignan una ventaja de 2,2 puntos porcentuales en Arizona, 3,1 en Florida, 5,4 en Michigan, 9,8 en Minesota, 9,2 en Wisconsin, 3,7 en Pensilvania, 0,3 en Carolina del Norte, 0,2 en Georgia.