Los españoles pagamos más impuestos que la media europea, pero, sin embargo, la recaudación es menor. Son datos tanto de empresas como de particulares que revelan que la presión fiscal continúa aumentando mientras que en los países vecinos van en sentido contrario para mitigar la crisis.

La presión fiscal en España está en máximos históricos, hemos superado el 42 % del PIB con un esfuerzo fiscal sobre la renta que supera en un 50 % la media de la Unión Europea; destaca la subida del IRPF y el impuesto de sociedades y, este año, la situación va a empeorar. España ha sufrido un claro retroceso en la competitividad fiscal como lo refleja un informe del Instituto de Estudios Económicos: Competitividad Fiscal 2022. España sigue perdiendo competitividad en el ámbito fiscal

"España ha afrontado esta cuestión con subida de impuestos cuando lo demás países lo que han hecho es reducir los impuestos, por lo tanto, en términos relativos nos hemos quedado peor que nuestro entorno", subraya Gregorio izquierdo, director general del IEE.

Y en este contexto económico llegan nuevos impuestos que pueden lastrar la productividad y el crecimiento económico afectando al mercado laboral.