Cuidado si compras en Shein o Temu: La Unión Europea fija aranceles para aquellos paquetes que no lleguen a los 150 euros

El objetivo es adelantar su aplicación para el año que viene con una solución temporal mientras entra en vigor la normal que tiene como objetivo implementarse en 2028

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El menú de inicio de Shein

Álvaro Criado

Madrid - Publicado el

3 min lectura

La Unión Europea ha decidido poner en marcha un cambio histórico en las normas aduaneras que afectará directamente a las compras en línea procedentes de fuera del bloque comunitario.

A partir del año 2026, todos los paquetes que lleguen desde países extracomunitarios deberán abonar los correspondientes derechos de aduana, sin importar su valor.

Se elimina así la exención que hasta ahora beneficiaba a los envíos de menos de ciento cincuenta euros y que durante años permitió que millones de paquetes entraran sin pagar aranceles. 

Un giro de 180 grados en la política comercial de la Unión Europea

Con esta decisión, los Veintisiete buscan cerrar una brecha que se había convertido en un problema estructural. El auge del comercio electrónico había disparado la entrada de pequeños paquetes procedentes, sobre todo, de Asia, lo que complicaba el control aduanero y generaba una competencia desigual entre las plataformas extranjeras y los comercios europeos. 

CORDON PRESS

Temu

La medida no solo pretende recaudar más, sino también equilibrar las condiciones del mercado y reforzar la seguridad de los productos que circulan por la Unión. 

Ya no habrá "paquetes baratos" en Shein, temu o aliexpress

Hasta ahora era habitual comprar en línea prendas de vestir, gadgets o artículos del hogar a precios sorprendentemente bajos. La razón principal estaba en que esos productos solían llegar en envíos fragmentados, cuyo valor individual no superaba el umbral de ciento cincuenta euros, lo que los eximía de aranceles y hacía difícil rastrear su origen. 

Con la nueva normativa, ese margen desaparece. Los compradores europeos deberán asumir el coste de los derechos de importación y, posiblemente, también un incremento en los tiempos de entrega debido al mayor control fronterizo. 

El cambio será gradual pero inevitable 

El calendario prevé un mecanismo transitorio desde principios de 2026 y la implantación completa para 2028. Durante ese periodo, los Estados miembros deberán adaptar sus sistemas de control y recaudación a un flujo masivo de paquetes de pequeño valor. Para lograrlo, se impulsarán plataformas digitales que automaticen las declaraciones y faciliten la identificación de los envíos. 

Los vendedores de fuera de la Unión tendrán la obligación de ofrecer precios finales más transparentes, que incluyan los impuestos y tasas correspondientes. 

La medida transformará la manera en que los europeos compran en línea. Los consumidores notarán un aumento en el coste de los productos de bajo precio que lleguen desde fuera del continente, y algunos podrían optar por volver a proveedores locales. 

En el otro extremo, los minoristas europeos podrían beneficiarse de un terreno de juego más equilibrado, después de años de denunciar una competencia desleal por parte de plataformas internacionales que aprovechaban los vacíos normativos. También se espera que las aduanas enfrenten una carga de trabajo sin precedentes y que los servicios de mensajería tengan que adaptarse a los nuevos requisitos de información y trazabilidad. 

Un paso más para el comercio justo

Más allá de las cifras, esta reforma simboliza la voluntad europea de adaptar su economía a un comercio global más controlado y responsable. No se trata solo de cobrar impuestos, sino de garantizar que los productos que entran en el mercado común cumplan con los estándares de seguridad y sostenibilidad que se exigen a las empresas dentro de la Unión. 

El fin de las exenciones arancelarias marca el inicio de una etapa en la que cada compra internacional deberá medirse no solo por su precio, sino también por su impacto en la economía local y en la competencia justa.