Un clásico en los propósitos de año nuevo siempre es ahorrar dinero. Por desgracia es una práctica cada vez más complicada para las personas hoy en día debido a la subida de precios en los últimos meses. Algunos ahorran para irse de viaje, comprar una casa o para tener un colchón económico en caso de emergencia o contratiempos.

Seguir la regla del 50/30/20

Sin embargo, las dudas llegan a la hora de escoger la cantidad de ahorro mensual a realizar. Aunque se trata de algo que varía según la situación económica de cada persona, algunos expertos recomiendan seguir la regla del 50/30/20. Esta regla consiste en dividir el presupuesto en 3 partes: un 50 por ciento para los gastos básicos (alquiler, comida o suministros), el 30 por ciento se destina a los gastos no tan esenciales (ocio, ropa y caprichos) y el 20 por ciento restante está destinado única y exclusivamente al ahorro.

Ahorro por objetivos

Otra opción es ahorrar en función de los objetivos que tengamos y, hacerlo hasta lograrlo. Para que el ahorro no sea un problema, es recomendable empezar con un porcentaje bajo, como un 1 por ciento. De esta forma, las personas que ganen 1.500 euros al mes ahorrarán 15 euros al mes. Una cosa a tener en cuenta es que, cuanto más alto sea el valor del propósito, mayor va a ser el plazo de ahorro.

Técnica de los sobres

Si pagas siempre con tarjetas de crédito, es muy probable que pierdas la cuenta de lo que gastas al mes. Un truco que puedes utilizar en este tipo de casos es sacar una cantidad concreta de dinero cada mes y guardarla en sobres. Puedes dividir esta cantidad en varios sobres y escribir para que son dichos gastos ("comida", "facturas", "alquiler", "ropa"...) o puedes guardarlo como el dinero para gastar en cada semana del mes.

Realizar este truco nos permite ser conscientes de cuánto gastamos al mes, nuestros problemas para ahorrar y el dinero que nos queda para cada situación. Si el dinero del sobre de la semana 2 del mes se te termina el martes, significa que tienes problemas para frenar tus impulsos a la hora de gastar. Si terminas cogiendo dinero del sobre, cuyos gastos están destinados para la comida, y te lo gastas en ropa, tienes un estilo de consumo que tienes que aprender a controlar.

Regla de los 30 días

Esta regla consiste en que cuando queramos comprar algo que cuesta mucho dinero, y que no sea estrictamente necesario para nosotros, tenemos que esperar 30 días antes de comprarlo. Una vez que ha pasado ese tiempo, tenemos que preguntarnos de nuevo si realmente lo necesitamos. Además, sise trataba de un capricho pasajero, lo más probable es que nuestros deseos y ganas de obtener aquel objeto haya desaparecido.

Practica la visualización

La visualización es una técnica muy sencilla, se realiza mucho en el mundo de los deportes. Por ejemplo, antes de jugar un partido, el deportista se pasa varios días visualizando dicho momento para que, cuando llegue el momento del partido, poder realizarlo de la manera más óptima posible.

Por lo que, puedes probar a seguir esta técnica para ahorrar: visualízate yendo de compras para que, cuando llegue el momento de hacerlas, puedas comprar manteniendo tus objetivos de ahorro. Algo importante en este truco es la constancia, es decir, que practiques a diario el visualizarte haciendo las compras, no el acto de ir a comprar todos los días.

El método Kakebo

Se trata de un método de ahorro japonés que es uno de los más efectivos. Pues nos permite llevar un registro completo de nuestros gastos e ingresos y poder detectar aquellos desembolsos que podemos recortar.

La palabra japonesa "Kakebo" significa en español "libro de cuentas". Fue creado a comienzos de siglo XX por la japonesa Motoko Hani, con la intención de dotar a las mujeres japonesas de 1904 de una herramienta que les permitiera gestionar las finanzas de su hogar de forma más eficientemente y al alcance de todos.

El método Kakebo consiste en llevar un registro diario y por escrito, tanto de los ingresos como de los gastos fijos y variables, desglosados en diferentes categorías. De esta forma, dejamos constancia de cuáles son nuestros gastos domésticos de modo muy preciso, lo que nos permite observar de manera muy visual todos nuestros gastos y poder corregir aquellos que son superfluos y evitables. El uso de esta técnica nos permite establecer objetivos de ahorro realistas y nos ayuda a saber a qué tipo de desembolsos tenemos que poner fin. Ejemplo que vemos muy claro en la siguiente fotografía.

Para empezar con este método japonés para ahorrar, podemos optar por una simple libreta en blanco y dividirla en distintas categorías. También es posible encontrar y comprar cuadernos especializados para la técnica Kakebo, en los que ya tenemos las plantillas diseñadas y disponibles para empezar con este método.