Con el arranque de abril empezamos a conocer las primeras cifras oficiales del impacto del coronavirus en la economía. Mañana se publicarán las del mercado laboral y no hay que hacer muchas cuentas para augurar que marzo será negro, dejará los peores datos de la historia. Como anticipo, los que ha hecho públicos hoy el sector del automóvil. El mes pasado solo se vendieron en España 37.644 turismos y todoterrenos, lo que supone una caída del 69,3%. “Un registro sin parangón”, señala Noemí Navas, portavoz de la patronal de fabricantes Anfac. Solo hay uno más negativo, el de septiembre de 2012, tras la subida del IVA.

Como era de esperar el 14 de marzo, el día en que se decretó el estado de alarma ha marcado un antes y un después. Hasta entonces se vendieron 31.720 coches. A partir de esa jornada, con los concesionarios cerrados al público, ha venido lógicamente el desplome definitivo. En las últimas semanas las escasas unidades matriculadas corresponden, sobre todo, a operaciones cerradas previamente y que ya habían sido abonadas, por lo que solo faltaba la entrega. El problema es que el sector teme que abril arroje todavía peores números. “Esperamos un mercado inexistente o con caídas cercanas al 90% los dos próximos meses”, asegura el portavoz de los concesionarios Faconauto, Raúl Morales”.

La difícil situación está haciendo que los concesionarios se estén acogiendo de manera masiva a expedientes de regulación temporal de empleo. Según cálculos de la patronal Faconauto esos ERTE afectarán a unos 151.000 trabajadores. Apenas mantendrán a unos 10.000 activar para atender los servicios de urgencia. Cuantifica por ahora en unos 2.500 millones de euros el impacto económico de esta crisis sobre la facturación de las redes de concesionarios. 

El coronavirus es la puntilla para un sector que ya estaba sufriendo en los últimos meses la incertidumbre del consumidor sobre qué coche comprar. Las previsiones que se manejaban para el conjunto de 2020 se han venido abajo. Los fabricantes reclaman ya “un plan de choque de relanzamiento del sector que recoja medidas específicas para la automoción que sirva para recuperar rápidamente el mercado y la producción, con unos planes de ayuda a la compra que se centren ahora en la renovación integral del parque”.