Si en España hay ahora mismo en torno a 19 millones de personas trabajando, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, 820.000 faltan a diario a su puesto de trabajo, aproximadamente el 4,3% de los ocupados. Desgranando este dato, 250.000 de ellas no acuden a trabajar cuando se les espera, esto es, que no dan ningún tipo de justificación médica del porqué de su ausencia.

Un grave problema al que se enfrentan las empresas españolas, ya que supone un impacto directo tanto en su productividad como en sus costes, lo que lastra, además, su productividad. De hecho, el absentismo laboral le cuesta a nuestras empresas más de 50.000 millones de euros al año, que supone un 4,5% del Producto Interior Bruto (PIB). Si dividimos este coste por comunidades autónomas, en Cataluña pierden casi 10 mil millones de euros; en la Comunidad de Madrid casi 9 mil millones; y en Andalucía más de 6 mil millones.

Sin embargo, no son las regiones donde el índice de absentismo laboral es más alto. País Vasco, Catilla y León y Asturias, con casi un 5%, lideran este ranking, superando así la media española. “El absentismo laboral se da, sobre todo, en el sector industrial. Esto explica que zonas más industrializadas como el País Vasco encabecen esta lista”, explica Valentín Bote, director de Randstad Research. Por otra parte, los niveles más bajos de absentismo se registran en La Rioja, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana, con un índice inferior al 4%.

¿CÓMO COMBATIRLO? 

Es un problema que puede resolverse trabajando desde varios ámbitos. Fomentando la conciliación laboral, flexibilizando los horarios de manera consensuada entre trabajadores y empresa, mejorando el ambiente laboral, una mayor y mejor formación en el empleo o reduciendo las horas extras excesivas. Un dato significativo: una vez pasados los peores años de la crisis(2011, 2012) el índice de absentismo laboral ha aumentado.