Cambios en la paga extra de verano de los jubilados en 2025: se están dando cuenta cuando se cobra

La cuantía dependerá de lo que cobre de manera habitual cada pensionista, pero este año los que ya la están recibiendo ponen en valor

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Mujeres usando tarjeta de crédito bancaria en un cajero automático en Huelva

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Con la llegada del verano y tras una primavera marcada por el aumento de las temperaturas y el alivio de la Semana Santa, muchos jubilados en España se están dando cuenta de que la paga extra de verano ya ha comenzado a ingresar en sus cuentas. Este año, la subida aplicada a las pensiones desde enero también ha elevado el importe de esta paga extraordinaria, que supone un importante respiro económico para quienes cobran su pensión en 14 mensualidades.

A diferencia de otros colectivos, los pensionistas reciben este pago doble antes incluso que los trabajadores. La Seguridad Social establece que las pensiones se abonan a mes vencido, entre los días 1 y 4 del mes siguiente. No obstante, como es habitual, las entidades bancarias adelantan este ingreso. Este mes, dependiendo del banco, la paga extra de junio ha comenzado a cobrarse entre el 21 y el 26 de junio, algo que muchos jubilados ya han notado en su saldo.

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Anciano caminando por la calle de Pamplona con bastón

La Tesorería General de la Seguridad Social, junto al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), es la encargada de gestionar estos pagos. Los datos de los pensionistas ya están en poder de las entidades, por lo que el pago se ha realizado de manera anticipada, como es costumbre en estas fechas.

La subida se nota en la cuenta

Uno de los aspectos más valorados este 2025 es el incremento del importe de la paga extra, consecuencia directa de la revalorización de las pensiones aplicada en enero. Las pensiones contributivas crecieron un 2,8%, las mínimas un 6% y las no contributivas hasta un 9%. Esa subida también se ha reflejado en el cobro de junio, lo que ha generado un mayor impacto económico para los pensionistas.

La cuantía de la paga extra equivale a una mensualidad ordinaria, siempre que se haya reconocido el derecho completo durante el semestre anterior, es decir, entre el 1 de diciembre y el 31 de mayo. Esto significa que quienes hayan estado jubilados o cobrando pensión durante todo ese período recibirán el importe íntegro, mientras que quienes hayan comenzado a percibirla más tarde podrían ver una cantidad proporcional.

Los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones confirman que en mayo se abonaron más de 10,3 millones de pensiones. En cuanto a los importes medios, la pensión general fue de 1.311 euros, mientras que la de jubilación alcanzó los 1.651 euros, según las últimas cifras disponibles. Para quienes perciben la pensión máxima, fijada en 3.267,55 euros mensuales, la extra de verano supone recibir ese mismo importe adicional.

¿Cuándo se cobra? Todo depende del banco

Aunque la Seguridad Social establece un marco general para los pagos, en la práctica cada banco fija su propio calendario. Este 2025, Bankinter y EVO Banco han sido los más madrugadores, realizando los ingresos el 23 de junio, mientras que entidades como Unicaja, CaixaBank o Banco Santander lo han hecho el día 24. BBVA, ING, Abanca, Sabadell e Ibercaja han programado el abono entre el 25 y el 26 de junio.

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Un anciano con traje y sombrero lee una revista y da un paseo nocturno, una actividad común, en el Parque Alameda, en una ladera con vistas a la Catedral de Santiago.

Cabe recordar que no todos los pensionistas tienen derecho a esta paga extra. Aquellos cuyas pensiones derivan de accidente laboral o enfermedad profesional las reciben en 12 mensualidades, ya que las extras están prorrateadas. Sin embargo, no implica una pérdida económica, sino una forma distinta de distribución a lo largo del año.

Este abono doble es especialmente útil de cara a los gastos de verano: viajes, visitas familiares, cuidados médicos o simplemente algo más de margen en el día a día. Más allá del aspecto económico, supone también un reconocimiento al esfuerzo de una generación que, mes a mes, sigue dependiendo del sistema público de pensiones como principal fuente de ingresos.