Se han complicado mucho las cosas en la Bolsa a lo largo de la sesión. La situación ha empeorado con un movimiento uniformemente acelerado. Ha pasado del gris claro, al gris marengo. En esta ocasión, el vencimiento de futuros ha sido muy vendedor. Han caído Telefónica, Inditex, Repsol, las empresas relacionadas con el turismo (IAG se ha desplomado un 14 por ciento) y los bancos. En especial el Sabadell, que se ha dejado un 7,5 por ciento. Parece que se enfrían las apuestas por una pronta fusión del banco con otra entidad. Además la agencia Fitch ha rebajado la calificación crediticia del Sabadell hasta dejarla al borde del bono basura por su exposición a las pequeñas empresa españolas (tan castigadas por la pandemia) y por su presencia en el Reino Unido.

Los inversores disponen desde primera hora de la mañana de los términos de la fusión entre Caixabank y Bankia. La operación se realizará mediante canje de títulos, sin contraprestación en efectivo, a razón de 0,6845 acciones nuevas de CaixaBank por cada acción de Bankia, lo que valora a esta última entidad en 4.300 millones de euros, es decir 1,41 euros por título. Hoy Bankia ha cerrado en 1,37 euros, con baja de un 4,7 por ciento. Mientras tanto CaixaBank ha perdido un 2 por ciento hasta 2,02 euros por acción.

En lo que va de mes, desde que se conoció que ambas entidades estaban en negociaciones, Bankia ha subido más de un 30 por ciento y Caixabank un 10 por ciento. Para atender al canje, Caixabank tendrá que ampliar capital y emitir unos 2.000 millones de acciones. Tras la fusión, el nuevo banco se situará en el octavo lugar de los 35 valores el Ibex por capitalización bursátil con unos 16.500 millones de euros.

Las acciones de las entidades financieras se han venido abajo a pesar de que el Banco Central Europeo, para calcular el ratio de apalancamiento, -la relación entre el capital y los activos-, no tendrá en cuenta la liquidez que los bancos mantienen en el BCE. El índice Ibex 35 ha bajado hoy un 2,21 por ciento, hasta 6.929 puntos. La semana se cierra en tablas. En lo que va de año la pérdida acumulada supera el 27 por ciento. Hoy ha sido día de múltiple vencimiento de opciones y futuros. Es la cuádruple hora embrujada, que ha provocado un aumento de la volatilidad en los mercados de contado y de futuros y ha actuado como caja de resonancia de la debilidad bursátil.

Uno de los pocos valores que se ha salvado hoy de la quema ha sido Ence. Hoy ha sido el último día de a empresa gallega de celulosas en el índice Ibex. A partir del lunes su lugar lo ocupará PharmaMar. Además, hoy Telefónica y BBVA saldrán del índice paneuropeo EuroStoxx 50. Entre los valores más pequeños sigue disparada Urbas, que ha subido un 180 por ciento en esta semana. La empresa ha entrado en ebullición en Bolsa tras comprar una mina gallega de feldespato. Urbas, por tanto, cambia de actividad o, por lo menos, completa su promotora inmobiliaria con la minería. Los mercados toman nota, porque las reservas de esa mina se valoran en 600 millones de euros, cuando la capitalización bursátil de la empresa apenas llega a los 60 millones.

En el ámbito macro económico, los precios a la producción se han mantenido planos en Alemana en agosto, cuando habían crecido dos décimas en el mes anterior. En el Reino Unido las ventas al por menor han crecido un 0,8 por ciento, frente al 3,7 por ciento precedente. La economía se muestra muy tibia. El instituto alemán IFW (Instituto para la Economía Mundial por su siglas en ese idioma) ha mejorado sus previsiones de crecimiento para el año en curso, pero ha empeorado sus proyecciones para el ejercicio 21. Espera que el PIB de Alemania se contraiga este año un 5,5 por ciento, frente a la estimación de una caída del 6,8 por ciento que manejaba en junio. Para el año próximo pronostica un crecimiento del 4,8 por ciento, cuando antes esperaba un aumento del 6,3 por ciento.

Por su parte el Banco de Inglaterra ha dejado entrever que podría colocar el precio del dinero en negativo por primera vez en su historia si ello fuera necesario para alentar la actividad económica. De momento, ha dejado el precio del dinero en el 0,10 por ciento. Y un apunte más, esta tarde se espera que las agencias de calificación de riesgos Moody's y Standard and Poor's revisen sus “ratings” de la deuda pública española. No se esperan grandes cambios.