El índice Ibex 35 cierra el martes en 8.325 puntos, con una subida en el día del 1,67 por ciento. Es su cota más alta desde agosto. El Ibex ha recuperado mil puntos desde los niveles que tenía finales de septiembre. La estrella del día ha sido Repsol, cuyas acciones se han disparado cerca de un 7 por ciento. Acumulan ya una revalorización del 44 por ciento en lo que va de año. El valor cotiza hoy varias buenas recomendaciones de analistas, que sitúan su precio objetivo muy por encima de su cotización actual. La empresa “agradece” además el repunte en el precio del petróleo. Y como guinda, el mercado valora los ambiciosos planes de la petrolera para aumentar sus inversiones en energías renovables Estados Unidos.

Muy animados también los bancos en Bolsa. Hoy el consejo de ministros ha dado luz verde a las medidas de ayuda a los ciudadanos más vulnerables que están sufriendo por el encarecimiento de los créditos hipotecarios a tipo variable. Caixabank y el Banco Santander han subido más de un 3 por ciento. El banco cántabro ha iniciado su tercer programa de recompra de acciones por un importe de 979 millones de euros. Es algo que gusta en los mercados.

Los bolsistas han hecho hoy oídos sordos a las noticias de mayores confinamientos en China debido al aumento de los casos de Covid. Además, han digerido sin despeinarse las peores previsiones que maneja la OCDE para España en 2023. Este organismo ha rebajado dos décimas su estimación de crecimiento el año que viene, hasta el 1,3 por ciento aunque aumenta tres décimas su previsión para el año en curso, hasta el 4,7 por ciento. Para 2024 la OCDE pronostica un crecimiento del PIB español del 1,7 por ciento. Por su parte, los expertos de Credit Suisse creen que la economía de la zona euro entrará ya en recesión en este último trimestre del año. Una contracción de la actividad que se mantendrá hasta mediados de 2023.

El servicio de análisis de Barclays ha rebajado su estimación de crecimiento de la economía mundial. Espera un aumento del PIB de un 1,7 por ciento, frente al 2,2 que pronosticaban hace solo tres meses. De confirmarse, será su menor crecimiento de los últimos cuarenta años. Por su parte, desde el banco estadounidense de negocios Morgan Stanley estiman que la economía mundial crecerá el año que viene un 2,2 por ciento. Es una proyección inferior a la del Fondo Monetario Internacional, que espera un crecimiento del 2,7 por ciento. Los expertos de la firma creen que Estados Unidos no entrará en recesión el año que viene, aunque no se quedará muy lejos. En este sentido, el Fondo Monetario Internacional ha constatado recientemente que se han oscurecido las perspectivas de la economía global. Las previsiones son especialmente negativas para Europa y, en menor medida, para China. Hace unas semanas el FMI redujo su estimación de crecimiento del PIB mundial en dos décimas, hasta el 2,7 por ciento.

En los demás mercados, el euro cotiza estable ligeramente por debajo de 1,03 dólares. El petróleo ha recuperado hoy el terreno que perdió ayer. El crudo del Mar del Norte supera esta tarde los 89 dólares. Arabia Saudí ha negado los rumores que aseguraban que la OPEP esté estudiando un aumento de su producción. La próxima cumbre de la OPEP se celebrará el 4 de diciembre. En el mercado de deuda bajan las rentabilidades de los bonos. El rendimiento de las obligaciones españolas a diez años se sitúa por debajo del 3 por ciento, mientras el “bund” alemán ofrece algo menos de un 2. En las criptomonedas, el Bitcoin defiende la cota de los 16.000 dólares. Los analistas técnicos de JP Morgan creen que esta criptodivisa no dibujará un suelo sólido hasta la zona de los 13.000 dólares.