Ayer la Bolsa sufrió todo un varapalo tan sonado como inesperado. Preocupa el insistente repunte de la inflación en las grandes economías y preocupa tanto o más el crecimiento de la variante Delta del coronavirus. Puede convertirse en la mayor amenaza para la economía mudial. Es una cepa más transmisible y contagiable, provoca una reacción más grave en las personas infectadas y podria eludir las vacunas actualmente existentes. Toda una bomba de relojería.

Pero hoy toca recuperar el aliento. Toca poner árnica en las zonas más vapuleadas y doloridas. El índice Ibex 35 arranca el día en 9.030 con una tímida subida del 0,2 por ciento. Empieza a buscar el equilibrio las empresas relacionadas con el turismo y los viajes. Ayer sufrieron de lo lindo por las mayores restricciones a los viajes. Alemania quiere que impedir la llega de británicos a toda Europa, lo que ha hecho tambalearse a las compañías del sector. Suben los bancos y Telefónica, que ha puesto en venta su negocio de cables submarinos.

Los inversores vigilan con el rabillo del ojo otro punto de fricción que les ha llevado al cuarto de estudios. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hablaba hace pocas horas de un acuerdo entre demócratas y republicanos para poner en marcha un plan de inversiones de 1,2 billones de dólares en infraestructuras. Es un programa de gasto menor de lo que deseaba el presidente, pero ha sido muy celebrado en los mercados financieros. Sin embargo, ya parece haber encontrado los primeros escollos a la hora de pasar el filtro de las Cámaras a cuenta de los recursos que deben destinarse a gasto social o si únicamente deben realizarse inversiones tradicionales en infraestructuras.

Los republicanos del Congreso quieren separar el plan de infraestructuras de otras inversiones sociales. Por el contrario, los demócratas contemplan la posibilidad de lanzar un proyecto de ley de gasto en infraestructuras tradicionales y sociales por importe cerca de los 6 billones de dólares. Pondrían en marcha la iniciativa si se rompen las conversaciones con los republicanos.

Las espadas siguen el alto. A pesar de ello, la Bolsa de Nueva York cerró ayer con los índices S&P 500 y Nasdaq en máximos históricos. El Dow Jones no está muy lejos de los suyos. El plan de inversión de Biden puede beneficiar a numerosas empresas estadounidenses, pero también a algunas europeas. Los analistas de Citi señalan a compañías como Volvo, Alstom o Siemens Energy.

Hoy los inversores dispondrán de algunas referencias macro económicas, como los datos confianza empresarial y de los consdumidores en la zona euro. Ya se sabe que la inflación en España ha crecido un 2,6 por ciento en en tasa interanual según el dato adelantado de junio. Las ventas al por menor crecieron en mayo un 19,6 por ciento respecto al mismo mes del año pasado. Desde Japón han llegado también varios indicadores. La tasa de por ha repuntado dos décimas, hasta el 3 por ciento. Las ventas al por menor se han contraído ligeramente el mes pasado, pero han crecido un 8,2 por ciento en tasa interanual. Sin salir de Asia, el Banco Mundial pronostica para China un crecimiento económico del 8,5 por ciento este año y del 5,4 por ciento en 2022.

Los mercados quedan ahora a la espera de una nueva temporada de presentación de resultados trimestrales. Las empresas europeas recuperarán a mediados de 2022 el nivel de beneficios que tenían antes de la pandemia. Las compañías asiáticas lo conseguirán antes, a finales de este mismo año. En Estados Unidos las empresas volverán a registrar resultados precovid a comienzoa de 2022. Así lo afirma un estudio realizado por la consultora Accenture.