Las fresas de Marruecos están hoy en el punto de mira. Se ha detectado en un punto de entrada de España la presencia de Hepatitis A en esta fruta procedente de Marruecos. La buena noticia es que parece que no han llegado a la mesa de los españoles.

No obstante, la notificación emitida en el portal comunitario RASFF (Rapid Alert System Feed and Food), avisa de un riesgo “serio” ya que se supera el “nivel máximo permitido ausencia/25g” de esta sustancia, según subraya AVA-Asaja. Es decir, suponen "un peligro para la salud pública".

Aguas fecales, en el punto de mira

Apunta esta organización que puede haber aparecido en el alimento "por regar las explotaciones con aguas fecales”. Y es que precisamente se suele transmitir "por la ruta fecal-oral", ya sea bien por comer alimentos o agua contaminada o bien por haber tenido contacto directo con un individuo ya infectado.

Qué es la hepatitis A: riesgos y vacuna

La hepatitis A es una inflamación del hígado debida al virus de la hepatitis A, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es por ello que los hepatólogos estén animando a vacunarse de hepatitis A tras la detección del virus en estas fresas. La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) considera que "la vacunación es la medida más eficaz"para evitar los brotes.

La mayoría de los españoles no están vacunados de la hepatitis A, ya que no se incluyó en el calendario vacunal hasta hace diez años, según ha explicado su presidente, Manuel Romero.

Y es que los riesgos de contraer el virus no deben de pasarse por alto. La horquilla es amplia, desde una enfermedad leve e incluso asintomática, a un fallo hepático que pueda llegar a implicar un trasplante.

En niños, por ejemplo, la tasa de complicaciones graves es muy baja, pero aumenta significativamente en adultos, especialmente en aquellos mayores de 50 años o con enfermedades hepáticas preexistentes.

Se estima que la mortalidad asociada a la hepatitis A puede alcanzar el 0,6 % en brotes epidémicos, siendo mayor en poblaciones con comorbilidades.

¿Cómo saber la procedencia de las fresas?

No es tan sencillo como pueda parecer. Lejos de lo que podamos pensar, el código de barras no recoge este dato, según ha explicado la OCU.

Desmienten que los dos primeros dígitos del código de barras indiquen el país de origen del alimento, en el caso de España, el 84. "Este número solo indica que ha sido la filial española la que ha proporcionado el código de barras. Por tanto, un producto de fuera de España que quiera comercializar en nuestro país puede solicitar el código en España sin ningún problema".

Dicho esto, lo cierto es que con la ley en la mano, "no todos los alimentos están obligados a indicar su origen".

Pero hay excepciones, como es el caso de las frutas y hortalizas. Es decir, "los vegetales frescos envasados deben incluir en la etiqueta el país de origen o la procedencia".

Conocer este dato podría parecer más complicado en el caso de las frutas y verduras que se venden a granel. En este caso, la indicación puede "estar en sus envases originales o dispuestos fuera de ellos" y esta información "debe de aparecer en carteles visibles al público en el lugar de venta".

Sí que sucede que cuando estos alimentos se usan para elaborar otro producto, "la obligación desaparece y se pierde la indicación del origen"

Es por ello que la OCU haya pedido a la Unión Europea "el desarrollo de una normativa que obligue a declarar el origen en todo tipo de alimentos envasados y procesados, y que se muestre al menos el origen del ingrediente mayoritario".

Fresas y salud

Al margen de cualquier alerta, y de la necesidad de mirar bien lo que compramos, las fresas son una importante fuente de nutrientes que por lo que no las debemos desterrar de nuestra dieta y deben de incluirse dentro de las cinco raciones diarias de frutas y verduras.

Son una considerable fuente de antioxidantes. Su alto contenido en vitamina C favorece nuestrosistema inmunitario.

Actúan también como un antiinflamatorio natural y es rica en ácidos, "principalmente el salicílico (por eso es conocida como la aspirina natural, explican desde la Unidad de nutrición de la Clínica Menorca.

No hay que olvidar que son además bajas en calorías y un buen aliado de las dietas. 100 g de fresas solo aportan 30-35 calorías, a lo que hay que sumar su efecto saciante dado su contenido en fibra.

TE PUEDE INTERESAR: Alemania boicotea la fresa de Huelva: "Es inaudito que Sánchez lo respalde"