El piloto del avión fallecido este jueves frente a las costas de La Manga, en Murcia, es el comandante Eduardo Fermín Garvalena, comandante de la Patrulla Águila. Casado y padre de tres hijos, Garvalena era el responsable del 'solo' de la patrulla, el encargado de llevar el avión a sus límites de la forma más segura y espectacular.

Contaba con una experiencia de más de 2.000 horas de vuelo en diferentes escuadrones del Ejército del Aire, entre ellos en el Ala 14 al mando del caza Eurofighter. En el año 2017 se incorporó a la Academia General del Aire en San Javier. En el exterior, participó en la misión de Policía Aérea del Báltico en Lituania en el año 2016 y en la Operación Atalanta en Yibuti en 2018. Se da la circunstancia de que Garvalena sustituyó hace dos años en la misma posición de la patrulla acrobática, la Águila 5-Solo, al instructor Francisco Marín, que falleció el pasado agosto tras caerse al mar en un avión del mismo modelo y en una zona cercana a la del accidente de este jueves. 

En octubre de 2018, Garvalena participó en un reportaje de COPE sobre los preparativos para el desfile militar del 12-O. Aquel día, el comandante contó a nuestro compañero Manuel Ángel Gómez cómo se preparaban para este evento. "Hay unos márgenes de seguridad pero la coordinación con los compañeros ha de ser absoluta. La concentración es altísima durante el vuelo. Ese tipo de precisión se adquiere con mucho estudio y practicando", señalaba Garvalena ante los micrófonos de COPE. "Hay una serie de referencias en el suelo y distintos edificios para pasar a diferentes alturas y en diferentes tiempos de manera que se pueda efectuar el desfile de manera coordinada y con absoluta seguridad", añadía.

Garvalena también señaló que en la Academia es cuando el cuerpo del piloto empieza a acostumbrarse a las "tres dimensiones". "Es una cosa para la que el cuerpo humano no está preparado inicialmente.  Con la preparación y los vuelos, el cuerpo se acaba acostumbrando y esa sensación la tienen totalmente superada", contaba.