Sergio Jiménez Foronda

La villa riojana de Santa Lucía de Ocón, en la que habitan unos 60 habitantes, se llena este mes de agosto de obras de arte al aire libre, que conforman el XVII Festival "Arte en la Tierra", y que trata de concienciar sobre la despoblación del medio rural.

Un gran cuadrado de paja, un fósil de una ola realizado con varillas de metal, dos triángulos de piedra seca encarados -de trece toneladas de peso-, y unos bustos con forma de cabeza que salen del tronco de unos chopos, son las creaciones que cuatro artistas invitados han construido esta semana y que se inauguran este sábado.

La directora del Festival, Rosa Castellot, ha informado a Efe de que es objetivo de este certamen incidir en la población del medio rural y "concienciar a la sociedad de lo que es el espacio rural y la naturaleza" con estas obras, que se podrán visitar hasta 31 de agosto.

A las afueras de Santa Lucía de Ocón es donde el artista Rubén Martín de Lucas (Madrid, 1977) ha decidido construir la obra número 15 de su serie "Repúblicas Mínimas", que, según ha explicado a Efe, son acciones en las que se apropia de 100 metros cuadrados, donde dibuja una frontera y la habita durante 24 horas.

En este caso, la frontera está marcada por pequeñas pacas de paja, que constituyen un cuadrado de unos 10 metros de lado, con el que el artista busca invitar a la reflexión "sobre la naturaleza artificial y efímera de toda frontera, y cómo esos artificios hechos por la humanidad, a veces, se convierten en muros y son el símbolo de su inmadurez", ha precisado.

Esta "República Mínima", a la que ha contribuido un vecino del pueblo, que ha ayudado a hacer las pequeñas pacas de paja, es capturada en fotografía y vídeo, mediante un dron, a fin de que la creación de estos "micro estados absurdos habitados por una persona" quede registrada.

También, en las inmediaciones de Santa Lucía de Ocón se puede ver la obra del artista Manolo González (Las Palmas de Gran Canaria, 1965), quien ha querido traer un pedacito del mar de su tierra con lo que, ha indicado a Efe, es "un fósil de una ola" de 2,2 metros de altura construido mediante varillas de metal.

Esta creación evoca el gesto en espiral característico de una ola de mar, el mismo que le recordó a González el terreno en pendiente, en el que ha construido su creación, similar a las olas del mar de Canarias, que son "grandes montañas de agua", ha subrayado.

La finca Pereguillos ha sido el lugar seleccionado por Víctor Mata (Begues, Barcelona, 1960) para situar su obra "Espiell", palabra catalana que en castellano significa "mirilla", construida mediante la técnica de la piedra en seco, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco, ha especificado el artista a Efe.

Esta creación, de 13 toneladas, son dos triángulos rectangulares, de 1,75 metros de altura y 5 de largo, encarados y entre los que hay un espacio de 35 centímetros, que "es la mirilla", a través de la que se puede ver el patrimonio de Santa Lucía de Ocón, al que esta obra pretende rendir tributo.

La artista Claudia Rebeca Lorenzo (Logroño, 1988) ha escogido una masa de chopos para localizar su obra, y que consiste en unos bustos con forma de cabeza, realizados con celo y resina, que salen del tronco de estos árboles y que generan una horizontalidad que confronta la idea de verticalidad, ha indicado a Efe.

Ha especificado que esta localización le ha atraído por ser "muy salvaje" y por la verticalidad que generan los chopos, con la que pretenden contrastar estos bustos colocados en puntos concretos del espacio que crean "una especie de paisaje", que "siempre es una línea horizontal que corta el horizonte".

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