El Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla ha brindado hoy la posibilidad de degustar a un Lope de Vega con trazas de la época actual pero anclado en sus raíces, el que ha presentado Noviembre Teatro y su adaptación de la obra Peribáñez y el Comendador de Ocaña.

El público de este festival se ha reencontrado con una de sus compañías más queridas y valoradas, en la que ha sido su sexto espectáculo sobre las tablas del patio de los Guzmán.

Y lo ha hecho con Peribáñez y el Comendador de Ocaña es una de las obras más conocidas de Lope de Vega aunque no no de las más representadas, con la que ha logrado acercar a dramaturgo y espectador al adaptar la historia, de 400 años de antigüedad, al público actual.

La historia comienza durante la boda de Peribáñez y Casilda, cuando el Comendador de Ocaña sufre un accidente en un lance de la fiesta de los toros.

Al recobrar el sentido se encuentra con la labradora y quede enamorado de inmediato; al poco tiempo su pasión se vuelve obsesiva y decide conquistarla a cualquier precio. Para ello debe tratar de burlar al marido, al que desprecia por ser un villano.

Comienza tratando de engañar al labrador otorgándole honras, entregándole obsequios y finalmente enviándolo lejos del pueblo para poder aprovechar sus ausencias e intentar ganarse la confianza de Casilda, pero la recién casada no atiende a sus demandas.

En una de estas ausencias, Peribáñez, que sospecha la traición y teme por su honor, regresa y se encuentra al Comendador dentro de su casa. En vez de arredrarse y ceder se enfrentará al poderoso provocando un sangriento final de difícil resolución.

El equipo artístico está compuesto por Rafael Ortiz como Peribañez, Alberto Gómez como el comendador, e Isabel Rodes como Casilda.

El espectáculo, que ha llenado el aforo del Castillo, ha sido accesible, con un bucle magnético para personas con discapacidad auditiva, audiodescripción y subtítulos.