El poeta zamorano Jesús Hilario Tundidor ha fallecido este domingo a los 85 años en Madrid, ciudad en la que residía y en la que su salud había empeorado en los últimos días, según han confirmado a Efe fuentes del Ayuntamiento de Zamora y amigos del poeta.

Los restos mortales de Hilario Tundidor, que fue premio Adonáis de poesía en 1962, se trasladarán esta noche a Zamora, donde la familia se ha puesto en contacto con el Consistorio para gestionar su entierro en el pabellón de ilustres del cementerio municipal San Atilano, según han precisado fuentes municipales.

Mañana lunes se celebrará una misa de funeral a las 17 horas en la iglesia de San Vicente, antes de la conducción de los restos mortales al cementerio San Atilano, según ha indicado el profesor de Literatura Fernando Primo, amigo personal del poeta.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Zamora, María Eugenia Cabezas, ha asegurado a Efe que se trata de una pérdida muy triste al ser un poeta muy reconocido y de los que más premios ha recibido junto a Claudio Rodríguez.

La obra poética de Tundidor, traducida a numerosos idiomas, se ha caracterizado por la "universalidad de su temática" y sus "valores incuestionables" que, en ambos casos, han bebido de las fuentes "de la mejor tradición poética".

El último de los galardones lo obtuvo al ser nombrado Premio Castilla y León de las Letras de 2013, una distinción que se le concedió al año siguiente por su "magnífico caudal literario".

Autor de una docena de libros de poesía, al margen de antologías, reediciones y ensayos, Jesús Hilario Tundidor obtuvo también premios como el León Felipe de 2000 el de la Academia Castellano-Leonesa de Poesía de 1999 o el premio San Juan de Baños de 1997.

El poeta zamorano que se dio a conocer con "Junto a mi silencio", el poemario ganador del Adonáis de Poesía, fue autor también, entre otros, de los libros de poesía "Las hoces y los días" (1966), "En voz baja" (1969), "Tetraedro" (1978), "Libro de amor para Salónica" (1980), "Repaso de un tiempo inmóvil" (1982) o "Las llaves del reino (2000).

El último reconocimiento le llegó hace cuatro años, cuando fue nombrado Juglar de Honor de la Academia de Juglares de San Juan de la Cruz de Fontiveros, en Ávila, por su trayectoria vital y su obra poética. EFE