Rihanna lleva alejada de la música desde 2016, coincidiendo con el año del lanzamiento de su último álbum de estudio: ANTI. Desde entonces, ha desarrollado su faceta como empresaria y se ha centrado en su propia línea de maquillaje y lencería, todo ello bajo la marca de Fenty, su apellido. Asimismo, se encuentra centrada en su maternidad, dado que, en primavera de 2022, tuvo a su primer hijo junto a al rapero A$AP Rocky.

Es por esto por lo que ha sorprendido tanto su esperado regreso a los escenarios. Hace unas semanas, los fans de la cantante volvieron a tener esperanzas ante un nuevo disco al verla llegar a un estudio de grabación de Los Ángeles. Una noticia que se ha confirmado con el anuncio de que Rihanna ha sido la artista elegida para protagonizar el espectáculo de la Super Bowl 2023.

Como consecuencia, la artista será quien acaparé la atención en el intermedio de Super Bowl, que tendrá lugar en el State Farm Stadium de Glendale, en el estado de Arizona, tal y como ha anunciado ella misma en su cuenta oficial de Instagram. A pesar de ello, según ha comunicado TMZ, las negociaciones con la artista han sido duras a la hora de llegar a un acuerdo. De hecho, no ha sido una "opción firme" hasta hace poco.

Y es que los promotores también barajaban el nombre de Taylor Swift, pero la cantante ha rechazado la oferta porque antes quiere volver a grabar sus primeros discos para poder tener disponible todo su repertorio de canciones. Es por esto por lo que es posible que Rihanna aparezca sola en el escenario, a diferencia de Jennifer López y Shakira o Bruno Mars y Red Hot Chili Peppers.

Parte de la negociación es la elevada cifra de dinero que supone llevar una actuación como esta al estadio, aunque esta puede variar según el el tipo de espectáculo que lleven a cabo. En el caso de Shakira y Jennifer López, aunque cobran por sus conciertos 2, 2 millones y 1,6 millones de dólares respectivamente, según Forbes, ambas lo hicieron gratis.

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"Estaban dispuestas a actuar de forma gratuita e incluso subsidiar los costos de producción a través de su discográfica o de los promotores de sus conciertos debido a la increíble exposición que proporciona la celebración", ha afirmado Marc Ganis, presidente de la consultora deportiva Sportscorp al citado medio, señalando que las artistas aceptaron la oferta solo por la gran exposición mediática que proporciona, ya que "incluso los artistas más importantes necesitan promocionarse continuamente".

"El espectáculo de la media parte de la Super Bowl es el vehículo promocional más grande para una estrella de la música en el planeta", agregaba el presidente de Sportscorp. Es por esto por lo que no son las únicas que actuaron sin cobrar. Según el mencionado medio, otros artistas como Beyoncé, Bruno Mars, Maroon 5, Travis Scott, Katy Perry y Lady Gaga han actuado en las mismas condiciones y, por ese momento, su popularidad se volvió a ver disparada.

Todos ellos se han beneficiado de ello a pesar de no recibir un sueldo a cambio y se ve directamente reflejado en las reproducciones de su música. En el caso de Justin Timberlake, en Spotify el aumento de visitas fue de un 214% en 2018 y las ventas de su música un 534%. Mientras que en el caso de Lady Gaga, subió hasta 60 posiciones en el ranking de Billboard en tan solo una semana y las ventas de su catálogo digital se dispararon un 1000% tras su actuación de 2017.

A pesar de ello, esto sigue suponiendo un gran gasto para la NFL, ya que, según la política de la liga, cubren todos los costes de la producción del espectáculo. Dada las dimensiones del escenario y la actuación, el descanso tiene un gran coste. En el caso de JLo y Shakira, su actuación de 2020 supuso un gasto de 13 millones de dólares, dado que, además de los elementos técnicos, el escenario, los decorados y el equipo de audio, se incluyen los sueldos de hasta 3.000 empleados.

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