La Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios) ha denunciado hoy la "alarmante" situación de los científicos en formación porque, a la falta de contratos ofertados por el Estado, hay que sumar la pérdida de poder adquisitivo que acumulan desde hace ya diez años.

Existen tres tipos de contrato postodoctoral para los investigadores: el más junior (Juan de la Cierva Formación), uno intermedio (Juan de la Cierva Incorporación) y el senior, que hasta hace poco garantizaba la estabilización laboral (Ramón y Cajal).

Los criterios para conseguir cualquiera de estos contratos son durísimos, ya que, para todos ellos, es necesario haber pasado diez años de formación (grado, máster y doctorado) y unos méritos de investigación excelentes (publicaciones del más alto nivel, participación en proyectos, grupos o redes de investigación, etc.), recuerda este colectivo.

Además, en un gran porcentaje de casos ganar el contrato es casi imposible si no se ha tenido al menos un contrato de investigación en el extranjero, una exigencia que cada vez es más difícil si se tiene en cuenta la pérdida de poder adquisitivo de estos salarios.

Y es que, según la FJI/Precarios, desde 2008, la pérdida de poder de renta de los investigadores en formación ha sido importante.

El informe, que tiene en cuenta tres factores: el salario (reducido desde 2008 y congelado desde 2012), la subida del IPC y el IVA, denuncia que los salarios de los contratos Juan de la Cierva Formación han perdido el 17 % de poder adquisitivo, los Juan de la Cierva-Incorporación el 17,5 % y los Ramón y Cajal el 21,5 %.

Los jóvenes investigadores recuerdan además de que el colectivo no cuenta con ningún tipo de complemento salarial que pueda mejorar su situación, por lo que, en la mayoría de los casos "el salario del contrato es la única fuente de ingresos del investigador".

Junto a esta situación, la federación denuncia que "debido a la curiosa redacción de la Ley de Ciencia, en la mayoría de centros los investigadores postdoctorales tienen contratos en prácticas, a pesar de llevar varios años (algunos más de 10) de carrera investigadora".

Para este colectivo, negar una subida salarial y un aumento del número de contratos es "atacar al futuro de la investigación y rechazar un modelo de crecimiento y prosperidad basado en la ciencia y la innovación".

Por ello, la Federación de Jóvenes Investigadores exige al Gobierno que aumente el número de contratos ofertados, que vuelva a ser obligatorio estabilizar a los Ramón y Cajal, que los salarios se actualicen anualmente de acuerdo al IPC, que se reconozca la antigüedad (y se pague), junto a otros complementos salariales.

Asimismo, pide al Gobierno que establezca el sueldo mínimo de un investigador postdoctoral en "al menos 24.000 euros brutos anuales", y que los suba progresivamente en cada tipo de contrato según la categoría.