Juguetes, ropa, colonias, soportes tecnológicos e incluso productos que no tienen ninguna utilidad. En la vida, todo menos el amor y la salud se puede comprar de ahí que en ocasiones surjan sorpresas desagradables.

Según un último informe de la Comisión Europea, el año pasado el Sistema de Alerta Rápida detectó 2.000 productos altamente peligrosos en países de la Unión Europea. Los juguetes, los coches y las motocicletas encabezaron la lista de productos retirados del mercado.

En este último informe el conocido “spinner”, un tipo de juguete antiestrés, hecho de plástico y acero, se incorporó a la lista negra de objetos altamente peligrosos. Muchos vienen de Asia y están fabricados con piezas tóxicas que pueden provocar asfixia en caso de ingestión, sobre todo entre los más pequeños. España ha tenido que retirar más de 20.000 spinners en los últimos meses.

La mayoría de los productos peligrosos notificados procedían de fuera de la Unión Europea, de hecho como en otros informes China aparece como el primer país de origen de este tipo de productos.

“Las normas europeas en materia de consumo garantizan que en la UE se vendan únicamente productos seguros. Si ello no es así, las autoridades deben reaccionar rápidamente y retirar del mercado cualquier producto que pueda causar lesiones” ha dicho Vĕra Jourová, comisaria de Justicia.

Cada vez se compra más a través de Internet, algo que facilita el acceso a productos que no se encuentran en nuestro entorno pero que pueden generar contratiempos importantes al desconocer el lugar de procedencia. Desde el Comisión Europea recomiendan comprobar bien dónde estamos comprando estos productos para evitar males mayores una vez que recibamos nuestro encargo.

Una forma de actuar que se debe multiplicar, aseguran los expertos, si lo que se compra son juguetes para niños.