El Manchester City ganó en Old Trafford (1-2) para propinar un golpe de autoridad a la Premier, que domina con solvencia tras dejar atrás a su rival en el derbi de la ciudad, su perseguidor más cercano, ahora a once puntos de distancia.

El vigésimo enfrentamiento entre Jose Mourinho y Pep Guardiola volvió a caer del lado del preparador español, que ya había ganado ocho de ellos por cuatro del entrenador portugués.

El Manchester City logró su decimocuarta victoria seguida en la competición inglesa. Ningún marco mejor para establecer un nuevo registro en el torneo. La superioridad de los citizens no admite debate alguno. En dieciséis partidos jugados ha ganado todo excepto un empate.

Enterró el City la buena marcha del United, que afrontó el derbi con cuatro triunfos seguidos y el aliciente de situarse sólo a cinco del liderato.

Mourinho y Guardiola fueron fieles a su estilo. El equipo del preparador español acaparó la pelota desde el principio ante un rival centrado en mantener el tipo y esperar alguna ocasión a la contra.

De Gea sostuvo, en un par de intervenciones, al conjunto local. Pero no pudo evitar que el City tomara ventaja en el 43, tras el lanzamiento de un córner que remató de mala manera Nicolás Otamendi. En cualquier caso la pelota acabó en David Silva, que llevó la pelota a la red.

El conjunto de Guardiola se adelantó con naturalidad. Fruto de su posesión y superioridad. Pero el United desveló sus recursos en el añadido gracias a un error defensivo de Fabian Delph que aprovechó Marcus Rashford empatar. Un premio impensable para los locales visto lo visto sobre el césped.

El ritmo bajó en la segunda parte, aunque las ocasiones siguieron del lado del City. En otra acción a balón parado marcó el segundo, que le dio el triunfo. En una falta lateral que llevó el balón al área. Un mal despeje de Romelu Lukaku dejó la pelota a los pies de Otamendi, que marcó el gol del triunfo.

Mourinho recurrió a Juan Mata y Zlatan Ibrahimovic. A base de tesón abordó a su rival y tuvo el empate en una doble oportunidad en el tramo final de Lukaku y Mata que desbarató el meta Ederson.

Un solitario tanto del austríaco Marko Arnautovic a los seis minutos hundió este sábado al Chelsea (1-0) y dio al West Ham United una necesitada y balsámica victoria, la primera desde la llegada del técnico David Moyes. Arnautovic, fichaje más caro en la historia de los 'Hammers', anotó su primer gol de la temporada en el momento más necesario, con el equipo del este de Londres ávido de puntos y en los puestos de descenso de la Premier League.

El Tottenham Hotspur se reencontró con la victoria en la Premier League después de cuatro jornadas sin ganar al golear este sábado en el estadio de Wembley al endeble Stoke City por 5-1.

Dos derrotas -ante Arsenal (2-0) y Leicester (2-1)- y dos empates -con West Bromwich (1-1) y con Watford (1-1)- después, el conjunto del argentino Mauricio Pochettino se dio un homenaje a costa de los 'Potters', que no salen de la parte baja de la tabla y se meten en peligro.

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Un gol en propia puerta del español Ayoze Pérez en el minuto 86 condenó este sábado al Newcastle United de Rafael Benítez a una nueva derrota en la Premier League, esta vez a manos del Leicester City (2-3).

Las 'Urracas', que se adelantaron en el marcador muy temprano gracias a un gol de otro español -Joselu (m.4)-, acabaron sucumbiendo ante los 'Zorros' de Claude Puel, que ya suman tres triunfos consecutivos y ascienden hasta la octava plaza de la tabla.

Además, el Swansea ganó con lo justo al West Brom (1-0, Wilfried Bony) y se llevó un triunfo balsámico, mientras que el sorprendente Burnley superó al Watford por idéntico resultado (1-0, Scott Arfield) y el Huddersfield se impuso por 2-0 al Brighton en el partido de recién ascendidos.

Crystal Palace y Bournemouth firmaron las tablas en Selhurst Park (2-2), en un emocionante duelo que los locales pudieron haber ganado si Christian Benteke no llega a fallar un penalti en el minuto 94.

Un gol del francés Oliver Giraud, a dos minutos del final, evitó el triunfo del Southampton y un nuevo fracaso del Arsenal, que no termina de asentar sus objetivos en la Premier. El cuadro de Arsene Wenger, fuera de los puestos de Liga de Campeones, desperdició una buena ocasión para amenazar la cuarta plaza al Chelsea, que el sábado perdió contra el West Ham.

Wayne Rooney transformó un penalti a un cuarto de hora del final y dio el empate al Everton en Anfield (1-1), para dejar el derbi de Liverpool sin ganador y con el trabajo a medias para ambos equipos.