El Partido Socialista cree haber encontrado un filón acusando de “machismo” al cabeza de lista del Partido Popular, Miguel Arias Cañete. Pero lo que demuestra esta obsesión es que su única propuesta de peso consiste en llevar a Europa el radicalismo que puso en práctica en las legislaturas que presidió Rodríguez Zapatero. La síntesis de esta propuesta consiste en la cumbre del progreso y de la libertad reside en la proclamación del aborto como un derecho de la mujer. Y para ello utiliza machaconamente el supuesto “machismo” que atribuye al candidato popular, a partir de una desafortunada frase de quien en su vida política y privada ha demostrado ser todo lo contrario. La candidata socialista repite en todas sus intervenciones que la nueva ley de derechos del concebido elaborada por el Gobierno es un “recorte” a la libertad de las mujeres. Pero no hay libertad sin responsabilidad y no hay mejor defensa de la mujer y del progreso social que apoyar su derecho a la maternidad frente a la presión social alimentada por la ideología de género. Si Europa tiene futuro no será porque se aborte más sino todo lo contrario: porque se de prioridad a la protección de la familia. No existe política económica de crecimiento que no tenga en cuenta la familia y eso lo ha olvidado por completo el socialismo de género, obsesionado con la destrucción de la primera institución natural que permite la transmisión del sentido de la vida y la cohesión social.