Acerca de esta Congregación de Cardenales ha dicho que se tratan varios asuntos relativos a la realidad de la Iglesia, así como los informes de las distintas áreas que afectan a esta situación y en la que se fijará la fecha del cónclave. Acerca de este ha dicho que es un momento de máxima serenidad, y muy alejado de tantas elucubraciones humanas en las que se le presenta como un proceso envuelto en misterio. Antes bien la oración y la reflexión envuelven el clima de la elección. Monseñor Amigo ha recordado el Pontificado de Benedicto XVI como un momento de grandeza, gracias a la labor grande y eficaz de Ratzinger, como es el caso de sus desvelos en favor de la paz y la unidad. Por eso ha presentado a Benedicto XVI como un hombre de una humildad y una valentía extraordinarias. También ha destacado que estos días en Roma se nota un clima de orfandad, si bien la Iglesia no está sola porque Cristo es el que la guía. Por último ha pedido a todos los creyentes esa confianza en Dios, que va a actuar en el Colegio cardenalicio para la elección de un nuevo Pastor que guíe a la Iglesia en estos tiempos de dificultad y también de esperanza.