El propio Papa Francisco ha experimentado en diversas ocasiones el necesario riesgo de una Iglesia en salida, que no está libre de sufrir un accidente en la calle.El último ejemplo lo hemos vivido este domingo con la entrevista publicada por el diario italiano “La Reppublica”. Sin miedo alguno al anuncio, también en un territorio no precisamente afín, y sin temor a la denuncia.Lamentablemente, y no es la primera vez, el Padre Lombardi ha tenido que salir al paso para aclarar que las citas del diario sobre la existencia de pedófilos entre cardenales y sobre la posible reforma del celibato de los sacerdotes no corresponden con lo que el Papa quiso decir. Es la segunda entrevista que Eugenio Scalfari publica con el Papa Francisco. En la primera, el fundador de “La Reppublica”, un tiempo después, tuvo que reconocer que fue la reconstrucción de un coloquio, no una entrevista; que acudió al encuentro sin grabadora ni cuaderno de notas y que terminó por echar mano de sus propias palabras para interpretar al Papa.La parte buena de esta forma de proceder es que cada vez más gente conoce el “modus operandi” de determinados periodistas y que hay medios que, a pesar de la confianza que se pueda depositar en ellos, no pueden evitar intentar manipular a lectores ingenuos.Salir a la plaza pública conlleva sus riesgos y, en concreto, participar en el foro de los medios de comunicación aumenta a menudo las posibilidades de ser utilizado. El Papa Francisco lo sabe y no por eso va a dejar de hacerlo.