El objetivo principal de este parón es proteger a los trabajadores que están llevando a cabo las tareas de renovación de la llamada Elisabeth Tower (Torre de Isabel), un nombre que se adoptó en honor al jubileo de diamantes de la reina Isabel II -sus 60 años en el trono-, que alberga el reloj y su campana.
Los martillos de la campana, que han golpeado durante 157 años, se han detenido en varias ocasiones para su remodelación, en 2007 y en 1983, pero este es el periodo más largo en el que el Big Ben estará silenciado.
El guardián del Big Ben, Steves Jaggs, señaló hoy a medios locales que este programa de obras "salvaguardará el reloj a largo plazo, protegiendo y preservando también su casa, la Elisabeth Tower".
"Como guardián del reloj tengo el gran honor de asegurar que esta hermosa pieza de ingeniería victoriana está en excelentes condiciones a diario", añadió.
Además del trabajo de conservación de la torre, el Big Ben será desmontado pieza por pieza para limpiarlo y asegurar su mantenimiento.
La esfera del reloj permanecerá siempre visible marcando la hora y funcionará con un moderno motor eléctrico hasta que se restablezca el mecanismo del reloj original.