García Albiol en 'Herrera en COPE': "Esto ocurre porque el PSC le regaló la alcaldía a los señores de la CUP"El gobierno de Badalona ha desoído al juez que le obligaba a respetar la festividad del Día de la Hispanidad y ha abierto este miércoles las puertas del Ayuntamiento, donde seis concejales han atendido a unas 200 personas que han podido resolver dudas pero, en ningún caso, realizar ningún trámite.El tercer teniente de alcalde, Jose Téllez, de la CUP, ha oficializado la desobediencia poco después de las 8:30 horas, cuando ha aparecido frente a la puerta del Ayuntamiento y ha roto el auto judicial que obligaba a echar el cierre durante el Día de la Hispanidad.El juzgado contencioso-administrativo número 14 de Barcelona dictó este martes medidas cautelares contra la voluntad del consistorio de permitir a sus trabajadores canjear el festivo del 12 de octubre por el 9 de diciembre.El gobierno municipal ha acatado dichas medidas en lo relacionado a los funcionarios, ya que ninguno de ellos ha ocupado este miércoles su puesto de trabajo y ni siquiera se han encendido los ordenadores.De hecho, los seis ediles que han entrado en las dependencias municipales para atender a los ciudadanos han disuadido a una decena de funcionarios que se han presentado a primera hora para acudir a su puesto de trabajo.El alcalde accidental, el republicano Oriol Lladó, ha destacado que los funcionarios sí podían incurrir en un delito si ocupaban sus puestos, mientras ha alegado que a los ediles les ampara el derecho a la representación política que recoge la Constitución Española (CE) en su artículo 23."Lo que hemos hecho aquí lo hacemos muchos días, muchos domingos y muchos festivos. No estamos haciendo nada excepcional, pero es evidente que hay un riesgo y lo valoramos", ha subrayado.Téllez, que durante toda la mañana ha llevado el auto roto en el bolsillo, ha suscrito que los ediles no han cometido ningún delito, pero ha precisado que no confía en que la justicia lo considere así porque está politizada.Una vecina de Badalona perdió los nervios delante de los papeles a las puertas del Ayuntamiento