El Museo Guggenheim Bilbao muestra las esculturas geométricas, transparentes e incorpóreas de la germano-venezolana Gertrud Goldschmidt, Gego, una de las artistas más significativas de la escena lationamericana de la segunda mitad del siglo XX.

Gertrud Goldschmidt, (Hamburgo, 1912-Caracas, 1994), más conocida en el mundo artístico como Gego, y con formación en arquitectura e ingeniería en su Alemania natal antes de dedicarse al arte ya en Venezuela, es una artista que, con su particular enfoque del lenguaje abstracto, contribuyó a renovar la escena latinoamericana.

Sin embargo, su obra es poco conocida en España, donde sólo se le había tributado una exposición en 2006 en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, hasta la retrospectiva que le dedica este otoño el Museo Guggenheim Bilbao.

Del 7 de noviembre al el 4 de febrero de 2024, se mostrarán cerca de 150 esculturas, pinturas, dibujos y objetos artísticos realizados por Gego a lo largo de sus cuatro décadas de trayectoria profesional.

Comisariada por Geannine Gutíerrez-Guimaräes y procedente del Guggenheim de Nueva York, donde ha constituido una de las exposiciones principales de la temporada del centro estadounidense, la muestra "Gego. Midiendo el infinito" se ha estructurado de forma cronológica y temática.

De esta forma, el espectador comienza el recorrido con los primeros cuadros al óleo con escenas de paisajes pintados en 1953, aunque pronto, su formación en ingeniería y arquitectura le lleva a investigar sobre la forma de representar la línea de forma espacial y tridimensional, buscando liberarla de su ámbito bidimensional.

Esta obsesión por conseguir la representación tridimensional de la línea, será uno de los ejes que marquen toda su carrera artística, que finaliza a comienzos de los años 90 del siglo XX con sus últimas tres series bautizadas Tejeduras ((1988-1991), Bichos (1987-1991) y Bichitos (1989-89).

Su investigación sobre las posibilidades espaciales de la línea iniciada en 1957 con la serie Líneas Paralelas y que se extendió durante una década, da paso, en 1969 a la producción de estructuras en las que las líneas formas retículas dentro de un área geométrica de dos o tres dimensiones.

Estas composiciones abstractas y geométricas sobre papel, realizadas en tinta, le otorgaron reconocimiento en la escena artística estadounidense y le permitieron dar el salto a la serie de esculturas colgantes que sintetizan su empeño por dotar de dimensión a la línea a través de estructuras reticulares de carácter geométrico y transparente, que permiten al espectador ver a través de las mismas.

En esta sección de la muestra se han concentrado tres series de esculturas realizadas entre 1969 y 1988, tituladas Chorros (1970-74), Troncos (1974-81) y Esferas (1976-77) que se muestran suspendidas verticalmente del techo de la sala, dando sensación de ingravidez y fragilidad.

Se trata de estructuras realizadas con hilos muy finos de alambre, entretejidos manualmente por la propia artista sin necesidad de ayuda externa, como fue el caso de sus primeras estructuras de metal en los que requirió del asesoramiento de profesionales en el trabajo con hierro.

Antes de concluir con las series realizadas entre 1987 y 1991, cuando ya contaba con más de 70 años, Gego desarrolló un conjunto de obras denominado "Dibujos sin Papel (1976-1988) que constituyen uno de sus trabajos más complejos a nivel conceptual y suponen un punto de inflexión en su evolución artística.

Estas esculturas minimalistas realizadas con alambre, fragmentos de metal reciclado y pequeños herrajes sobresalen del muro que las sustenta como si estuvieran dibujadas en el espacio, y funcionan como construcciones sin papel y sin marco.

La muestra dedicada a la artista germano-venezola Gertrud Goldschmidt, Gego, y encuadrada en el programa del Museo dedicado a visibilizar la obra de artistas femeninas cuya obra se ha visto oscurecida por su condición, hace la número cuatro de las dedicadas por el Guggenheim Bilbao a artistas latinoamericanos.