Diciembre, un mes donde los incendios quedan en segundo plano gracias al clima frío y húmedo que evita su propagación. Pero este alivio estacional no debe hacernos olvidar el impacto devastador que el fuego dejó en Extremadura durante la pasada primavera y verano.

El 2023 marcó un récord desolador en la región, con más de 12.000 hectáreas consumidas por el fuego, siendo Gata y Las Hurdes los focos principales que conmocionaron a los habitantes. Sin embargo, detengámonos aquí, pues hemos conocido un proyecto innovador que podría cambiar el juego en la prevención de incendios: sensores instalados en las copas de los árboles, una iniciativa revolucionaria impulsada por la Inteligencia Artificial para resguardar nuestros bosques.

En Las Hurdes, miles de árboles en más de 1.300 hectáreas de monte están equipados con estos dispositivos que detectan los gases generados por los incendios, permitiendo una rápida identificación.

Antonio Pérez-Lepe, manager de innovación y tecnología de la Fundación Repsol, nos contaba más detalles sobre esta innovación:

"Este sistema nos permite evaluar el riesgo de incendios, anticipar posibles alertas e incluso prever la dirección del fuego. Su utilidad es vital en áreas poco pobladas. Contribuye a la idea de que los incendios se combaten durante el invierno y, en estos meses de prueba, ha demostrado resultados sumamente alentadores."