El departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña ha relevado al director del centro de penitenciario de Mas d'Enric, en El Catllar (Tarragona), donde fue asesinada el pasado 13 de marzo una cocinera a manos de un preso que después se suicidó.

Según informa este miércoles el departamento de Justicia, ha sido el propio director de esta prisión el que ha solicitado ser relevado en el cargo, después de las protestas de los últimos días de los sindicatos de prisiones, exigiendo dimisiones.

Las agresiones en las prisiones catalanas no son hechos aislados y ocurren de forma recurrente.

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Nuevas protestas este miércoles

Un grupo de funcionarios de prisiones ha cortado a primera hora de este miércoles los accesos al centro penitenciario de Quatre Camins (La Roca del Vallès, Barcelona), mientras los equipos directivos de las prisiones catalanas revisan los perfiles de los presos que trabajan en las cocinas tras el asesinato de la trabajadora de Mas d'Enric.

El bloqueo a los accesos a la prisión de Quatre Camins ha durado aproximadamente una hora, y no ha impedido su normal funcionamiento, más allá de algún retraso en los cambios de turno de la plantilla.

La veintena de funcionarios que han cortado la entrada a esta cárcel han hecho una hoguera en la carretera, que ya ha sido sofocada por efectivos del cuerpo de Bombers de la Generalitat.

En paralelo, los equipos directivos de las prisiones catalanas están revisando los perfiles de los internos que trabajan en las cocinas, tras el asesinato el pasado miércoles 13 de enero de una trabajadora de la cárcel de Mas d'Enric, en El Catllar (Tarragona), a manos de un preso que después se suicidó.

La dirección del centro penitenciario de Ponent, en Lleida, decidió ayer retirar de la cocina a los presos condenados por delitos de sangre. En concreto, esta prisión ha apartado de la cocina a cinco internos que realizaban en ella su proceso formativo y de rehabilitación.

También la prisión de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), ha decidido retirar de la cocina a presos condenados por delitos que atentan contra la vida.

Fuentes del Departamento de Justicia informaron ayer que este último caso se debe a cuestiones ajenas a la seguridad o relacionadas con el asesinato de la trabajadora de Mas d'Enric, ya que se trata de un "cambio regimental".

Revisiones insuficientes

Para los sindicatos de funcionarios de prisiones, estas revisiones son insuficientes y siguen exigiendo dimisiones en la cúpula del Departamento de Justicia.

El sindicato CSIF ha denunciado este miércoles que en esta prisión se produjo el pasado lunes, día 25, un nuevo incidente, cuando un preso insultó y "amenazó de muerte" a los funcionarios, que tuvieron que protegerse levantando una especie de "barricada".

Según informa este sindicato, los hechos se produjeron en el módulo semiabierto de la prisión, cuando se le comunicó a este recluso que iba a ser cambiado a un módulo ordinario debido a una "involución" en su conducta.

Ante esta situación, el preso reaccionó "de forma muy agresiva" y "descontrolada", "amenazando de muerte a los profesionales", detalla el sindicato en un comunicado hecho público hoy.

Después, el interno se dirigió al despacho de tratamiento, donde dio "patadas y puñetazos en la puerta hasta que consiguió reventarla", roció el suelo con lejía y jabón y "lanzó los dos bidones" a los trabajadores, que tuvieron que "bloquear la puerta con la ayuda de dos mesas, haciendo una barricada para garantizar su integridad".

CSIF denuncia que incidentes como este no son "hechos aislados ni poco comunes" en las prisiones catalanas", y califica de "intolerable" la inseguridad de los trabajadores.