Marc Márquez volvió a proclamarse Campeón del Mundo de MotoGP y lo hizo en Japón. Justo antes de regresar a España, atendió la llamada de Tiempo de Juego, tras haber celebrado "en un karaoke" el título: una fiesta en la que "nos hemos reído mucho" y en la que "al presidente de Honda le hemos bañado en champán, aunque todo el mundo le tiene respeto".Márquez reconoce que, en lo que ha parecido un año plácido para él, "se siente la presión, la tensión y lo que esperaba la gente de mí", aunque "siempre voy con la sonrisa y parece que vaya contento. Es difícil intentar saber lo que estás haciendo, pero yo prefiero no saberlo y seguir disfrutando de lo que estoy haciendo. El entorno me ayuda a mantener los pies en el suelo".Se acordó de Lorenzo y Pedrosa, sus rivales españoles por excelencia en la competición: "Han sido mi referencia en el pilotaje, es un honor competir con mis ídolos. Cuando escuchas sus elogios sobre ti se te pone la piel de gallina". Y no sólo le han felicitado ellos, también "otros deportistas o tantos fans, es lo más bonito porque ves que transmites alegría", aunque reconoce que "hablar con tu mamá, que me ha llamado desde España, es lo mejor".Preguntado si cambiaría este título por uno para su hermano Álex Márquez, piloto de Moto3, respondió: "Honestamente, sí. Al final, me emociono más viendo a mi hermano competir. Aunque lo tenga casi hecho, un mundial es muy largo, y puede pasar de todo. Le intentaremos ayudar a conseguir su título, me gustaría que no le pongamos más presión de la que tiene. Mucha gente le compara conmigo y eso es más presión".Marc Márquez, en Tiempo de Juego: Honestamente, cambiaría este título por uno para Álex