El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, Alejandro Fernández, ha exigido a su homólogo socialista, Salvador Illa, "seriedad, respeto a la palabra dada y que rompa con el separatismo" si aspira a contar con el apoyo de su formación tras las elecciones.

En el desayuno informativo 'Barcelona Tribuna' de este martes organizado por La Vanguardia, en el que también ha participado el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el candidato de los populares ha cuestionado a Illa, tras bromear con que le exigiría "bailar la danza del vientre", por el hecho de que "cada seis horas cambia de potenciales socios".

De hecho, ha insistido en que romper cualquier alianza con el independentismo es imprescindible porque de lo contrario supondría "entregarle a plazos al separatismo la presidencia de la Generalitat", algo que si del PP depende "no va a ocurrir nunca".

Sobre la posibilidad de llegar a acuerdos con JxCat, ha bromeado, con carcajadas y aplausos entre el público, con que para que eso ocurra haría falta que Carles Puigdemont, "a través de un proceso de ósmosis, se transformara en Miquel Roca", algo que ve poco probable.

De hecho, ha vuelto a insistir en que JxCat "no se parece en nada a lo que era la antigua Convergència" porque se ha convertido en un "movimiento nacional-populista", algo que forma parte de "un fenómeno sociológico europeo" de partidos que "generan una enorme inestabilidad".

"La tesis de Carles Puigdemont es que España es un Estado fascista y que todos los aquí presentes, si no pensamos como él, somos fascistas", ha indicado Fernández, que también ha añadido que eso hace muy difícil que pueda haber ningún tipo de acercamiento.

Sobre la decisión de Pedro Sánchez de seguir al frente del Gobierno tras cancelar su agenda varios días para deliberar sobre su futuro, ha criticado que hubiera renunciado durante esas jornadas "de manera absolutamente injustificada" a sus responsabilidades, un "lujo" que muchos no pueden permitirse.

"La aproximación populista de estos días de Pedro Sánchez no puede augurar nada bueno, y eso es malo para España y para Cataluña", ha expresado.