Javier Rupérez: “España queda como un país dudoso ante la OTAN por los intereses personales de Sánchez”
El exembajador de España en la OTAN critica la actuación de Pedro Sánchez en la cumbre atlántica y alerta de las consecuencias para la imagen internacional de España
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Javier Rupérez, primer embajador de España ante la OTAN, ha sido contundente al valorar la actuación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la reciente cumbre de la Alianza Atlántica. En una entrevista en el programa El Cascabel, el diplomático expresó su “profunda tristeza” por la situación actual del país y por el “grado tal de duda generalizada” que ha generado la posición española entre los aliados.
“España, dentro de los 32, es un país mal visto por los otros 31”, lamentó Rupérez, quien señaló que la firma del compromiso de alcanzar un 5% del PIB en gasto en defensa, sin un plan claro y partiendo del 1,28% actual, se percibe como una maniobra poco creíble. Para el diplomático, más allá del debate técnico sobre el gasto militar, lo que está en juego es la credibilidad y la previsibilidad internacional de España.
“Sánchez usa la OTAN como cortina de humo”
A juicio de Rupérez, la puesta en escena de Sánchez en la cumbre responde a una estrategia interna más que a una política exterior sólida: “Hay un intento clarísimo de desviar la atención pública de lo que está ocurriendo en el Partido Socialista con respecto a diversos grados de corrupción”. Y añadió: “Todo esto no tiene que ver con la OTAN, ni con las necesidades de España, sino con las necesidades del presidente del Gobierno para continuar en la Moncloa”.
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Rupérez recordó que el PSOE fue originalmente un partido contrario a la OTAN, lo que complica aún más su convivencia con los socios de Gobierno actuales: “El PSOE ahora se apoya en comunistas, separatistas y exterroristas, todos ellos contrarios a la Alianza Atlántica”. Según explicó, la actuación del presidente en Bruselas ha provocado no solo “aislamiento”, sino incluso “advertencias” como la lanzada por el francés Bernard Cazeneuve, al considerar que Sánchez acudía a “romper el consenso” de la cumbre.
Para el exembajador, el coste de esta estrategia es muy alto: “Estamos instalados en la imprevisibilidad de comportamiento, y eso es enormemente grave. Tiene consecuencias nacionales e internacionales”.
Riesgo de castigo económico y descrédito exterior
Rupérez también se refirió a la tensión con Estados Unidos tras las declaraciones de Donald Trump, quien ha amenazado con nuevos aranceles a las exportaciones españolas. “Trump puede hacer cualquier cosa, y si ha dicho que va a castigar a los chinos, pero lo vamos a pagar los españoles, habrá que tomárselo en serio”, advirtió.
Ante este escenario, propuso que Sánchez actúe con responsabilidad y realice gestiones diplomáticas urgentes: “Lo que tiene que hacer es llamar a Trump, pedir una entrevista y explicarse. De lo contrario, entraremos en una dimensión que no podemos calcular”.
En cuanto al debate sobre el gasto en defensa, el exembajador fue claro: “No se trata de sacrificar las atenciones sociales, pero ¿necesitamos 22 ministerios? ¿Necesitamos traductores en el Congreso?”. En su opinión, habría que revisar partidas superfluas antes de alegar falta de fondos para cumplir con compromisos internacionales.
Finalmente, Rupérez reflexionó sobre el deterioro institucional que provoca el comportamiento del Ejecutivo: “Nunca, ni en los peores tiempos del franquismo, había sentido ese sentimiento de abandono”. Y concluyó con un mensaje de alerta: “España queda como un país dudoso, y eso es letal para nuestra proyección internacional”.