Javier Naranjo, ingeniero informático: "El análisis con inteligencia artificial muestra un 66% de probabilidad de que la exasesora de Moncloa no dijera la verdad"

La herramienta de análisis facial determinó una alta probabilidad de falsedad en el momento en que Isabel Sánchez Acera dijo no recordar el origen de una información personal sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso

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Redacción TRECE

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El ingeniero informático Javier Naranjo, experto en análisis facial mediante inteligencia artificial, presentó en El Cascabel de TRECE los resultados de un estudio sobre la declaración de Isabel Sánchez Acera, ex  alto cargo de La Moncloa, ante el Tribunal Supremo. La herramienta utilizada determinó una probabilidad del 66% de falta de veracidad en el momento en que la testigo afirmó no recordar de dónde obtuvo la información personal del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

Un método científico basado en el movimiento facial

Naranjo explicó que el sistema utilizado se apoya en el denominado método FACS, un protocolo desarrollado por investigadores de la Universidad de California en los años setenta, que se utiliza para analizar los movimientos faciales y su correspondencia con las emociones.

"El método mide la intensidad, la simetría, el timing y la tensión muscular de los movimientos del rostro", detalló el ingeniero. A partir de esos parámetros, la herramienta identifica unidades de acción, puntos de control en la cara que se activan ante diferentes estímulos.

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La directora de gabinete del Secretario de Estado, Pilar Sánchez Acera, a su llegada la segunda jornada del juicio al fiscal general del Estado

Según Naranjo, "estas unidades reflejan las reacciones automáticas del cuerpo que acompañan a las emociones reales, incluso cuando se intenta controlar el relato".

Un 66% de probabilidad de falsedad

En relación con el tramo analizado de la declaración de Sánchez Acera, Naranjo precisó que “el análisis de inteligencia artificial arroja en torno a un 66% de probabilidades de que fuese, digámoslo así, una mentirijilla”.

El ingeniero subrayó que este porcentaje es "alto" y que se corresponde con una posible falta de sincronía emocional, es decir, cuando el discurso verbal y las expresiones faciales no coinciden. “Se puede controlar lo que se dice, pero no lo que el cuerpo comunica”, explicó.

El análisis identificó varias unidades de acción destacadas: “Una es la número 28, la succión de labios, que significa autocontrol; otra es la 45, que indica estrés cognitivo, y las 20 y 23, que corresponden a labios tensos, reflejo de contención”, añadió Naranjo.

No tiene valor judicial, pero sí indicativo

A pesar de la precisión del método, Naranjo aclaró que este tipo de análisis no puede utilizarse como prueba judicial, aunque sí puede servir como “una primera aproximación que actúe como alerta”.

El experto insistió en que “no se trata de determinar culpabilidades”, sino de aportar herramientas científicas para detectar inconsistencias emocionales durante una declaración.

“Esta tecnología analiza más de 2.500 fragmentos de vídeo por cada 36 segundos, lo que permite un nivel de detalle muy alto”, concluyó Naranjo.