Ni Madrid, ni Cataluña: la DGT convirtió esta carretera en la que más cámaras de control y radares tiene de España

No es una autopista, ni una autovía y formó parte de un proyecto de la Dirección General de Tráfico con 32 dispositivos de detección y un presupuesto de 1,2 millones de euros

José Manuel Nieto

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En España, ninguna autovía ni autopista concentra tanta vigilancia como una carretera convencional en Mallorca. La MA-10, que serpentea por la Serra de Tramontana, se ha convertido en la vía con más cámaras de control y radares de todo el país. Con una inversión de 1,2 millones de euros y un total de 32 dispositivos instalados, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha apostado por reforzar la seguridad en uno de los recorridos más bellos y a la vez más peligrosos de las Islas Baleares.

Este trazado conecta Andratx con Pollença a lo largo de 112 kilómetros y atraviesa un entorno declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus curvas cerradas y la elevada afluencia de turistas convierten a esta carretera en un espacio tan atractivo como problemático. Por eso, la DGT, en colaboración con el Consell de Mallorca, ha puesto en marcha un proyecto que busca reducir la siniestralidad y frenar los excesos de los conductores más imprudentes.

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Ver en el Coll des Xoriguer en la Serra de Tramuntana en Mallorca

La carretera con más vigilancia

La MA-10 no es una autovía de alta capacidad, pero concentrará el mayor número de cámaras y radares de toda España. En total, 32 dispositivos distribuidos a lo largo de la carretera con capacidad para detectar no solo excesos de velocidad, sino también maniobras ilegales como adelantamientos indebidos o comportamientos temerarios que ponen en riesgo la seguridad de todos los usuarios.

En el programa Poniendo las Calles, Carlos Moreno ‘El Pulpo’ y Alfonso García ‘Motorman’ analizaron esta decisión de la DGT. Mientras algunos conductores consideran que estas medidas esconden un afán recaudatorio, otros defienden que la vigilancia es esencial en un trazado donde las noches y los fines de semana concentran los mayores riesgos, especialmente por el comportamiento de ciertos motoristas. Según explicó Motorman, el control tecnológico se enfoca en evitar la conducción imprudente, que ha convertido este tramo en uno de los más peligrosos de las Baleares.

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Carretera sinuosa (Ruta de Sa Calobra) a través de la Serra de Tramuntana hasta Sa Calobra, Mallorca

La medida ha generado debate. Críticos aseguran que el organismo parece más interesado en las multas que en la protección del conductor. Sin embargo, los defensores recuerdan que reducir la siniestralidad debe estar por encima de cualquier otra consideración y que la instalación de estos sistemas puede salvar vidas.

Un modelo para el resto de España

El caso de la MA-10 podría convertirse en un laboratorio de pruebas para el futuro de la seguridad en las carreteras convencionales. Si la presencia de cámaras y radares consigue reducir los accidentes en esta vía montañosa, la DGT no descarta replicar la experiencia en otros puntos del país con características similares: carreteras turísticas, con gran afluencia de motoristas o con un trazado especialmente complejo.

La Serra de Tramontana seguirá siendo uno de los grandes atractivos de Mallorca, pero ahora lo será bajo la atenta mirada de la tecnología. La apuesta de la Dirección General de Tráfico no solo persigue controlar, sino también disuadir. La clave estará en comprobar si la vigilancia intensiva consigue un cambio real en el comportamiento de los conductores y si este modelo de gestión puede trasladarse a otras carreteras españolas donde la seguridad también está en juego.